Este tratamiento también está indicado para pacientes con diabetes tipo 2.
El medicamento de Lilly para tratar la
diabetes de tipo 2 (DM2) o para el control del peso en
personas con obesidad, ya está disponible en España. Este fármaco, de administración subcutánea semanal, estará disponible a partir del próximo 1 de julio en las farmacias españolas, siempre
bajo prescripción médica, con las dosis de 5 y 10 mg. Se trata del principal competidor de la
terapia de Novo Nordisk.
Se trata del primer fármaco de una nueva familia terapéutica que actúa sobre los
receptores GIP y GLP-11. Su mecanismo de acción, además de favorecer el control glucémico, hace que
disminuya el apetito, aumente la sensación de saciedad y se reduzca el exceso de grasa, incluida la grasa visceral en el perímetro de la cintura. Además, en las personas con DM2,
mejora el control glucémico a través de múltiples mecanismos que incluyen mayor secreción de insulina, menor secreción de glucagón y una mejor sensibilidad a la insulina.
Por su eficacia demostrada, Mounjaro (tirzepatida) ha sido aprobado para
dos indicaciones. Por un lado, como tratamiento de la
diabetes tipo 2 y, por otro, para el control del peso en personas con sobrepeso con
un índice de masa corporal (IMC) >27kg/m2 y, al menos, una complicación derivada del exceso de peso, o con
obesidad (IMC >30 kg/m2).
En los estudios clínicos realizados en personas con DM2, tirzepatida ha demostrado un excelente control glucémico (
hasta el 87 por ciento de los pacientes alcanzó niveles de hemoglobina glicada (HbA1c) de 6,5 por ciento o inferiores en comparación con el 66,2 por ciento de los tratados con semaglutida 1mg), e incluso alrededor del 50 por ciento alcanza niveles similares a los de una
persona sin diabetes (HbA1c ≤5,7 por ciento) frente al 19,7 por ciento que lo consigue con semaglutida1,2, con pérdidas de peso de media de hasta 12,4kg con tirzepatida frente a 6,2kg con semaglutida, todo ello con un
perfil de seguridad favorable.
Reducción del peso del 22,5%
En personas con sobrepeso y obesidad sin diabetes, tirzepatida mostró una
reducción de peso media de hasta el 22,5 por ciento (23,6 kg) a la semana 72 y, además,
4 de cada 10 pacientes consiguieron una pérdida de peso igual o superior al 25 por ciento. Todo ello con una elevada tasa de respuesta: el 96 por ciento de los pacientes lograron una reducción igual o superior al 5 por ciento al
cabo de 72 semanas de tratamiento.
El
desarrollo clínico de tirzepatida ha contado con un programa de ensayos clínicos, conocidos como SURPASS (en personas con DM2) y SURMOUNT (en personas con obesidad y sobrepeso, sin diabetes). "En ellos se ha demostrado el potente efecto de la molécula en cuanto a control glucémico, consiguiendo incluso normalización de los niveles de HbA1c hasta en el 51 por ciento de las personas con DM2 tratadas, y
pérdidas de peso con descensos de alrededor del 20 por ciento con las dosis de 10 y 15 mg/semana en obesidad. Estos datos se acercan a lo que se consigue tras cirugía bariátrica. Junto con ello, se objetivan efectos beneficiosos sobre diferentes factores de riesgo cardiovascular, aunque los resultados específicos de
los efectos cardiovasculares se conocerán más adelante", indica Javier Escalada, presidente de la Fundación de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (Fseen).
Ozempic y la revolución de los fármacos contra la obesidad
De esta manera,
Ozempic ya no será el único fármaco disponible para adelgazar. Cuando llegó al mercado español, supuso una gran revolución. La Agencia Española de Medicamentos y de Productos Sanitarios (Aemps) publicó su Informe de Posicionamiento Terapéutico (IPT) donde destacaba su
eficacia para reducir o mantener el peso, pero siempre como complemento a una dieta baja en calorías y a un aumento de la actividad física.
El
informe destaca las complicaciones para la salud asociadas a la obesidad, como el aumento del riesgo a desarrollar
enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer. También es un factor de riesgo para patologías como la diabetes tipo 2, la hipertensión o el asma, entre otras. La agencia señala que España tiene una tasa de obesidad entre los adultos mayor a la media de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), y la tasa entre niños es de las más altas. Y no hay buenas perspectivas de futuro, con la OCDE previendo que la proporción de adultos con
sobrepeso aumente un 10 por ciento más en los próximos 10 años.
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