También verificará si la integridad de los estudios científicos en curso o pasados puede haber sido comprometida



16 may. 2015 14:35H
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Redacción. Madrid
La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) ha vuelto a reforzar el frente que tiene abierto contra los potenciales conflictos de intereses, que en el pasado le han costado severas polémicas al órgano.

Andreas Pott, director interino de la EMA.

Por ello, a partir de ahora, cualquier experto que esté trabajando en la EMA o con ella y que planee hacerlo con la industria farmacéutica, el órgano restringirá su participación en la evaluación de medicamentos. Si es necesario, la agencia verificará si la integridad de los estudios científicos en curso o pasados en los que esa persona estaba involucrada podría haber sido comprometida.

Estas reglas están reflejadas en un nuevo documento de orientación hecho público por el órgano esta semana, y con él la EMA quiere evitar una “puerta giratoria” con la industria farmacéutica.  "La gestión de los conflictos de interés, es clave para garantizar la independencia y la integridad de las recomendaciones científicas de la Agencia", dice Noël Wathion, Asesora Política Jefe.

Hace dos años que la EMA comenzó a reforzar su política de conflicto de intereses, después de que este aspecto fuera puesto en duda en repetidas ocasiones por el Parlamento Europeo y la situación se viera agravada por la contratación del antiguo director ejecutivo de la EMA, Thomas Lönngren, por una consultoría que asesoraba, entre otros, a empresas farmacéuticas sobre el desarrollo de nuevos medicamentos y la reducción del periodo que transcurre hasta la comercialización.
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