La antineumocócica, tan importante como la antigripal a partir de los 65

Nuria Fernández Gámez. Madrid
Los expertos han recomendado que se administre  además de la vacuna antigripal  la vacuna antineumocócica trecevalente a los adultos de 65 años porque es una vacuna  tan importante como la de la gripe. No solo este sector de la población debe vacunarse, sino que  también aconsejan que se  proporcione para todos los adultos. Las estadísticas del Ministerio de Sanidad reflejan una cobertura de vacunación antigripal para mayores de 65 años del 56 por ciento la temporada 2013-2014, lo que supone un descenso del 0,6 por ciento respecto a la temporada anterior.

Cristina Méndez, directora médica del Área de Vacunas de Pfizer, José Miguel Rodríguez, neumólogo del Hospital Gregorio Marañón y Esther Redondo, coordinadora del Grupo de Actividades Preventivas de Semergen.

“Tenemos un objetivo común que es intentar aumentar y trasladar a la población que la vacunación es una cosa de adultos. Aumentar las tasas de coberturas vacunales en nuestros adultos y trasladar con mensajes sencillos, claros y veraces, que existen medidas preventivas para poderlo hacer”, ha expresado Esther Redondo, coordinadora del Grupo de Actividades Preventivas de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen).

La población adulta española  no tiene la  percepción de que vacunarse “sea algo de ellos”. Sin embargo,  como advierte Redondo hay enfermedades que causan problemas a nivel individual, social y epidémico y que se pueden evitar  por vacunación.

“Cada año hay entre 6.000 y un millón de afectados. Hasta 4.000 personas fallecen por esta causa”, explica José Miguel Rodríguez González-Moro, neumólogo del Hospital Gregorio Marañon de Madrid.

No conocer su existencia, los mitos que existen sobre su eficacia, el temor a los posibles efectos secundarios son algunas de los motivos principales que llevan a los ciudadanos a  no  vacunarse y dejar de lado este hábito preventivo. Por eso es prioritario promocionar las  campañas lanzadas  para reforzar la confianza y la seguridad en las vacunas.

“Queremos trasladar que hay una medida preventiva sumamente eficaz, y coste-eficaz para prevenir ambas enfermedades. Y esta medida preventiva son las vacunas”, manifiesta Redondo.

Respecto a la gripe, la vacunación es el método más efectivo y es la mejor medida  para prevención primaria de enfermedades. Son seguras y los efectos adversos son inexistentes, como mucho efectos locales en el punto de inyección. La efectividad es muy alta,  disminuye la tasa de hospitalizaciones asociadas a gripe y se reduce la mortalidad  de los principales grupos de riesgo.