Héctor Gómez, ministro de Industria en funciones.
La
industria española tiene que dar un paso hacia delante para situarse como referente en la Unión Europea. El Gobierno es consciente del
"potente efecto multiplicador" de este sector sobre el conjunto de la actividad económica y, por ello, está
trabajando en la nueva Ley de Industria, que también afectará a nivel farmacéutico, y cuyo borrador incluye aspectos como la recualificación de trabajadores y el impulso de la internacionalización.
"El Anteproyecto de Ley de Industria incluye medidas específicas para la
cualificación y recualificación de jóvenes y trabajadores, la promoción del emprendimiento vinculado a la red de centros del sistema de formación profesional, así como para la capacitación de los cuadros técnicos de las empresas en el
campo de la internacionalización", explican fuentes del Ministerio de Industria a
Redacción Médica.
Esta normativa apunta a
completar el actual Plan Estratégico de la Industria Farmacéutico que está focalizado en las compañías y que se está elaborando en estos momentos junto a diferentes voces del sector.
Todo ello se debe llevar a cabo
de la mano de la Unión Europea (UE). De hecho, España está aprovechando su Presidencia en la UE para avanzar en una
autonomía estratégica abierta en la que el viejo continente pueda reducir su dependencia de otros países. Esta idea ha surgido tras la pandemia del Covid-19 y la invasión rusa de Ucrania que han puesto de relieve la necesidad de conseguir una mayor independencia.
"Tenemos que
fortalecer Europa. Es una de las grandes prioridades de esta Presidencia", ha remarcado Héctor Gómez, ministro en funciones de Industria, quien también ha detallado que hay trabajos y contactos permanentes para lograr el gran objetivo de
aunar criterios sobre esta materia.
Medidas de impulso para la industria
En cuanto a las
medidas de impulso para la industria que recoge el anteproyecto está que la Administración General del Estado será la encargada de facilitar, promover y
desarrollar líneas, medidas y programas que favorezcan la modernización, el desarrollo y la competitividad industrial. En este sentido, se hará especial hincapié en aquellos territorios con una grave
situación de desempleo o que estén afectados por el declive industrial o demográfico.
Otro aspecto en el que pondrán foco y que beneficiará directamente a las compañías farmacéuticas es el fomento de la
innovación y del desarrollo de tecnologías propias. "Se trabaja en la incorporación de tecnologías avanzadas, generación de infraestructuras tecnológicas de utilización colectiva y protección de la tecnología a través de los
instrumentos de la propiedad industrial, así como del diseño y otros intangibles asociados a las actividades industriales", sostiene el texto.
En este mismo sentido, dar 'una vuelta de tuerca' a los
sistemas de formación profesional y los planes de estudio también estaría recogido en la ley. La idea es adecuar todo ello a los requerimientos, perfiles, competencias y habilidades, y la
mejora de la cualificación profesional, técnica y empresarial de los recursos humanos.
Plan Estratégico de la Industria Farmacéutica
Paralelamente, el
Plan Estratégico de la Industria Farmacéutica sigue su curso y el Gobierno en funciones quiere sacarlo adelante cuanto antes. Según ha apuntado José Miñones, ministro de Sanidad en funciones, va a ser "el eje sobre el que se desarrolle el
nuevo ecosistema farmacéutico".
En él habrá un impulso de las inversiones en diferentes ámbitos del Sistema Nacional de Salud (SNS). Entre ellos, se ha mencionado la
mejora del diagnóstico precoz, el incremento de los cribados y la implementación de la genómica en la cartera de servicios del SNS.
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