GSK se enfrenta a nuevas acusaciones de soborno en Oriente Próximo

Redacción. Madrid
Tras los sonados casos de China y Polonia, parece que sigue el goteo de sospechas de soborno por parte de la multinacional de origen británico GSK. En esta ocasión, la compañía ha admitido que está investigando casos en Jordania y Líbano, a los que se pueden unir –según el medio especializado Fierce Pharma– otros países de Oriente Próximo como Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Barein, Omán, Kuwait y Siria.

En los dos países mencionados, el laboratorio presuntamente habría entregado gratuitamente viales de su vacuna antineumocócica Synflorix a médicos para que estos las vendieran a los pacientes, además de haber pagado a especialistas por ponencias que nunca tuvieron lugar, como ha ocurrido recientemente en Polonia.

Además, en Jordania la compañía habría emitido billetes de avión en clase ‘business’ para acudir a conferencias médicas, que los profesionales cambiarían presuntamente por dos billetes de clase turista para que pudieran viajar también esposas u otros miembros d ela familia, según el citado medio, que hace referencia un reportaje de The Wall Street Journal.

“El año pasado tuvimos 161 violaciones relativas a infracciones en las ventas y políticas de márketing”, ha señalado GSK en un comunicado, “resultando en 48 despidos y 113 advertencias por escrito”.

“Reconocemos que hay preocupaciones sobre las interacciones entre médicos y compañías farmacéuticas”, continúa el comunicado. El laboratorio se ha comprometido a no pagar a profesionales para que hablen de sus productos y para que acudan a conferencias médicas, así como dejar de ligar incentivos a objetivos de venta individuales.

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