Un órgano de la OMS actualiza su guía de medicamentos respiratorios en base a la estrategia del sistema de salud escocés

Un inhalador de polvo seco, recomendado por su menor impacto medioambiental
Un inhalador de polvo seco.


23 dic. 2024 6:00H
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Los dispositivos de inhalación, como los inhaladores de polvo seco (DPI), los inhaladores de dosis medida presurizada (pMDI) y los inhaladores de niebla suave (SMI), son pilares esenciales en el tratamiento de enfermedades respiratorias como el asma y la EPOC. Sin embargo, más allá de su efectividad clínica, la Alianza para la Acción Transformadora sobre Clima y Salud (Atach, por sus siglas en inglés) recomienda promover la transición hacia los DPI dentro de las posibilidades de salud de cada paciente por su menor impacto medioambiental. El organismo, dependiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), destaca que su uso no sólo mejora, por tanto, el control de patologías respiratorias, sino que también reduce significativamente la emisión de gases de efecto invernadero asociada a los inhaladores.

Según la Guía para la prescripción de medicamentos respiratorios de calidad para mejorar la salud y reducir las emisiones, elaborada por la Atach, el 3 por ciento de la huella de carbono del Servicio Nacional de Salud de Escocia (NHS Scotland) proviene de los “potentes gases de efecto invernadero” utilizados en los inhaladores pMDI. Para frenar ese impacto, el NHS se ha fijado el objetivo de reducir en un 70 por ciento las emisiones de carbono de los inhaladores en 2028 y alcanzar las cero emisiones netas en 2040.

En ese sentido, entran en juego “alternativas sostenibles” para tratar enfermedades respiratorias. De acuerdo a la Atach, al contrario que los pMDI, tanto los DPI como los inhaladores de niebla suave (SMI) no contienen gases propulsores de efecto invernadero, por lo que ambos tipos de dispositivos se erigen en solución más ‘verde’ para millones de pacientes con enfermedades respiratorias.

Los inhaladores de polvo seco mejoran la adherencia del paciente


Pero, es que, además, la transición hacia dispositivos como los DPI no es una cuestión exclusivamente medioambiental. Según la guía de la Atach, los inhaladores de polvo seco funcionan "igual de bien que otros tipos de inhaladores, incluso durante exacerbaciones de asma o EPOC". Además, “muchos pacientes encuentran los DPI más fáciles de usar", especialmente cuando reciben instrucciones adecuadas sobre la técnica de inhalación. Es ese un factor clave a la hora de mejorar la adherencia al tratamiento y, por ende, "impacta positivamente en los resultados de la enfermedad para todos los tipos de inhaladores".

Cabe apuntar, en cualquier caso, que el uso de DPI no está recomendado para pacientes con debilidad muscular, ancianos frágiles o niños pequeños. Por ello, en la guía se recomienda que la elección del tipo de inhalador se haga bajo parámetros personalizados. Sin embargo, se insiste en que, desde el punto de vista medioambiental, "el inhalador más ecológico es aquel que el paciente puede usar eficazmente para un buen control de la enfermedad". Por tanto, la combinación de dispositivos sostenibles como los DPI con revisiones personalizadas y un impulso en la educación y concienciación de la técnica de uso, según la Atach, puede marcar la diferencia positiva tanto para los pacientes como para el planeta.
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