Cristobal Belda, director del Instituto de Salud Carlos III.
El Gobierno ha allanado el camino para el reparto de hasta
55 millones de euros dirigidos a la innovación en
medicina personalizada y al desarrollo de terapias avanzadas gracias a los fondos europeos. El Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) y el Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (CDTI) han suscrito un convenio de colaboración para poner en marcha el
programa de ayudas económicas al que podrán acceder tanto entidades de investigación como empresas privadas.
La inyección económica estará soportada tanto por el
Plan de Recuperación como por el
Perte de Salud de Vanguardia que ha financiado Bruselas para reconducir la situación económica tras la crisis sanitaria y económica derivada del Covid-19. Las dos entidades públicas se encargarán a partir de ahora de canalizar los fondos con el objetivo de garantizar la
“inversión público-privada” en el Sistema Nacional de Salud (SNS), según figura en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
Entre las áreas subvencionables, se encuentra el desarrollo de herramientas innovadoras para mejorar el
diagnóstico por imagen, con especial atención en la detección de enfermedades de alta mortalidad, así como la validación de clínica de nuevos biomarcadores o
herramientas biotecnológicas dirigidas a las enfermedades raras. También se financiarán investigaciones sobre
terapia génica, celular e ingeniería de tejidos, vacunas basadas en ácidos nucleicos o
medicamentos biológicos.
Ayudas a empresas e instituciones públicas
El Instituto de Salud Carlos III destinará un total de
10 millones con cargo a sus presupuestos de 2022 para sufragar las subvenciones
a centros y organismos de investigación que participen en el proyecto. Además, deberá realizar un “seguimiento científico y económico” de las ayudas concedidas, así como informar de cualquier incidencia que pueda suceder durante el desarrollo de la convocatoria.
Por su parte, el Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación coordinará las ayudas parcialmente reembolsables a las que podrán acceder las
compañías del sector sanitario. A través de sus cuentas, movilizará
15 millones de euros de un tramo que no es necesario devolver y otros
30 millones que se ejecutarán como una suerte de crédito que posteriormente los seleccionados tendrán que reintegrar.
Las dos instituciones se han comprometido a facilitar los
“medios técnicos, personales y materiales adecuados” para facilitar el proceso de subvenciones tanto a empresas como a entidades públicas de investigación. Además, diseñarán conjuntamente los contenidos de la convocatoria, el calendario de actuaciones conjuntas o la comprobación de la “colaboración efectiva” entre organismos y empresas para la ejecución de los proyectos.
El convenio establece además la necesidad de crear una
Comisión de Seguimiento que se encargará de la “vigilancia y control” de la ejecución del acuerdo, en la que participarán dos miembros de cada institución y que estará en vigor en un plazo máximo de 15 días. Mientras que también se pondrá en marcha una
Comisión Técnica para garantizar la viabilidad y colaboración efectiva de los proyectos financiados durante toda la fase de ejecución y que se reunirá al menos dos veces al año.
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