Andreas Abt, director general de Roche en España. |
Redacción. Madrid
Dos estudios en Fase III han demostrado la eficacia a largo plazo de RoACTEMRA en monoterapia (Roche) en la artritis reumatoide precoz, así como los demás beneficios de este tratamiento en su aplicación a los pacientes de esta enfermedad.
De esta forma, este compuesto, cuya molécula es tocilizumab, ha salido airoso de su evaluación en experiencia clínica con diferentes grupos de pacientes, cuyos resultados serán presentados en más de 35 resúmenes ofrecidos en el Congreso Anual de la Liga Europea contra el Reumatismo (EULAR, por sus siglas en inglés).
En concreto, se han desarrollado dos estudios en Fase III, siendo el primero de ellos 'Ambition', que ha demostrado la eficacia a largo plazo de RoACTEMRA en monoterapia. Por su parte, 'Function' ha evidenciado los beneficios clínicos de este medicamento.
Además, los resultados del estudio de extensión a largo plazo que siguieron al primer trabajo pusieron "de manifiesto" que el tratamiento de larga duración con el compuesto por sí solo es eficaz a largo plazo en personas con artritis reumatoide que, en el momento de incorporarse al estudio, "no habían recibido nunca metotrexato o no lo habían recibido en los seis meses anteriores".
En cuanto a la tasa de remisión y la mejoría en la actividad de la patología, éstas duraron hasta 4,6 años. Así ocurrió en las personas con una reducción del 50 por ciento del edema y el dolor articulares en la semana 24 y que continuaron su tratamiento.
A juicio del director médico y director de Desarrollo Internacional de Roche, el doctor Hal Barron, los datos obtenidos muestran que las personas con artritis reumatoide "experimentaron una mejoría clínicamente significativa al ser tratadas con RoACTEMRA en la fase inicial de la enfermedad, así como en fases más avanzadas de la misma".
Por ello, este biofármaco ayuda a las personas afectadas "a controlar los síntomas de la enfermedad, frenar su progresión y prevenir los daños en las articulaciones", explican los especialistas, que añaden que "uno de cada tres pacientes tratados con biofármacos los reciben como monoterapia".