Julio Ancochea, jefe de Servicio de Neumología del Hospital de La Princesa en Madrid.
La farmacéutica Roche ha presentado nuevos datos positivos sobre el
uso a largo plazo de Esbriet ® (Pirfenidona) en
fibrosis pulmonar idiopática (FPI). Los resultados se han comunicado en el Congreso Internacional de la Sociedad Europea de Respiratorio (ERS, por sus siglas en inglés) que estos días se celebra en Londres.
Los hallazgos clave difundidos en la reunión incluyen un análisis de supervivencia que muestra que
Pirfenidona mejora la esperanza de vida de forma significativa en casi tres años frente a la mejor terapia de soporte. Para demostrar este incremento de la supervivencia los investigadores utilizaron datos de dos registros de pacientes con FPI y de cuatro ensayos clínicos fase III con este fármaco.
Se determinó una mediana de esperanza de vida de 8,7 años para los pacientes tratados con Pirfenidona frente a los 5,9 y los 6,1 años entre los tratados con el mejor tratamiento de soporte acorde con los datos del Hospital Inova Fairfax y el National Jewish Health, respectivamente.
Nuevos análisis posteriores confirmaron este beneficio asociado al tratamiento con Pirfenidona al demostrarse que su uso
reducía la progresión de la enfermedad de forma significativa, independientemente de la gravedad de cada caso.
En la Unión Europea, Pirfenidona está actualmente autorizada en
adultos con la enfermedad leve a moderada. Sin embargo, en ocasiones no se inicia el tratamiento en pacientes que aún mantienen relativamente su función pulmonar.
Varios estudios
Otro trabajo presentado en el Congreso evaluó los cambios de dosis y frecuencia del tratamiento en pacientes incluidos en los estudios fase III. La investigación mostró que aunque a veces son precisos ciertos ajustes de dosis para controlar los eventos adversos, suelen producirse al inicio del tratamiento y son de duración limitada. La mayoría de
pacientes respondió de forma prolongada durante las 52 semanas de estudio y sin problemas para recibir dosis más elevadas.
“La
FPI es una enfermedad grave y progresiva frente a la cual no se dispone de una opción curativa” señaló el doctor
Julio Ancochea, jefe de Servicio de Neumología del Hospital de La Princesa en Madrid. “Sabemos que
iniciar el tratamiento inmediatamente después del diagnóstico e independientemente de la gravedad de la enfermedad
es clave para preservar la función pulmonar. Otro de los retos médicos que urge afrontar
es identificar las estrategias terapéuticas destinadas a mantener a los pacientes con FPI en mejores condiciones de salud y durante el mayor tiempo posible. Los datos a largo plazo de eficacia de Pirfenidona –incluyendo supervivencia– pueden contribuir a lograrlo”, añadió.
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