Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda.
Si bien julio tuvo datos positivos y negativos para los proveedores del sector sanitario,
agosto fue un mes negro para este sector. Tanto la
deuda como el plazo medio de pago de las comunidades autónomas se
incrementaron, y ello a pesar de que los conciertos con la sanidad privada y la farmacias supusieron más de un 54 por ciento de los pagos ejecutados con el
fondo de liquidez autonómico (FLA).
Por un lado, la deuda autonómica con los proveedores sanitarios
creció hasta los 3.851 millones, un 1,4 por ciento más que en julio. Este incremento se ha notado también en la proporción de morosidad autonómica que tiene como origen el sector de la salud, que se ha incrementado unos tres puntos,
hasta el 62,7 por ciento del total.
Por el otro,
los retrasos en los pagos aumentaron por segundo mes consecutivo. En agosto, las compañías tenían que esperar para cobrar unos 26 días, dos más que en julio y cuatro y medio más que en junio. A pesar de todo,
el plazo sigue por debajo de los 30 días, que es el plazo máximo legalmente previsto por la normativa de morosidad.
Protagonismo
El protagonismo sanitario en los pagos autonómicos es casi absoluto. De los 3.384 millones de euros destinados a operaciones de abono a proveedores realizadas en agosto,
el 70,6 por ciento se fueron a las arcas de compañías especializadas en el ámbito de la salud.
Este protagonismo se mantiene en el ya mencionado
FLA (del que supone más de la mitad, como se ha comentado antes), aunque en agosto ‘solo’ supuso unos pagos de
260,12 millones de euros.
Acceda al informe de pago a proveedores de agosto
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