Abilify Maintena “supone un ahorro para el SNS”

Marcos Domínguez. Madrid

Concha Caudevilla.

La aprobación de Abilify Maintena, una presentación de aripiprazol que se administra por vía intramuscular, ha sido rápida ya que “el propio ministerio reconoció que el impacto [económico] era neutro o negativo”, ha explicado Concha Caudevilla, directora general de Otsuka en España. “Comparado con nuestros competidores, supone un ahorro para el SNS”.

El medicamento dirigido al tratamiento de la esquizofrenia, desarrollado conjuntamente por el laboratorio japonés y Lundbeck, supone un avance en la calidad de vida de los afectados ya que mejora la aceptabilidad del fármaco: por un lado, se pasa de administración diaria a mensual y, por otro, su perfil de efectos secundarios lo hace muy tolerable.
Esta circunstancia hace que Celso Arango, jefe de Servicio de Psiquiatría en el Gregorio Marañón y director científico del Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (Cibersam), califique su aparición de “cambio de paradigma”. “Estamos haciendo lo que se ha hecho en otras especialidades”, como cardiovascular, en el que el tratamiento se enfoca a fases cada vez más precoces y a la prevención. “Podemos retrasar un año o más la aparición del primer episodio psicótico”, ha explicado. Además, hasta un 20 por ciento de las personas que tienen ese primer episodio no vuelven a sufrir otro, y un 50 por ciento consigue recuperarse.

La prevención de recaídas supone un ahorro de los costes por sus consecuencias, como los ingresos hospitalarios, pero la mejora de la calidad de vida implica también que el paciente pueda valerse más por sí mismo y hacer una vida normal, mejorando su productividad y la de su familia o cuidadores. Solo en la Unión Europea, esta enfermedad supone un gasto superior a los 23.000 millones de euros anuales.

De izquierda a derecha: Celso Arango, Concha Caudevilla y Benedicto Crespo-Facorro.

Para todos los pacientes

El fármaco “se da a todo el abanico de pacientes y en todas las fases de la enfermedad”, ha informado Benedicto Crespo-Facorro, profesor titular de Psiquiatría en la Universidad de Cantabria y jefe de Sección en el Marqués de Valdecilla. La única particularidad es que, al inicio del tratamiento, hay que suplementar durante 14 días este fármaco con su versión diaria hasta conseguir niveles plasmáticos estables. Su acceso, por tanto, “dependerá de la parte política” y de lo que digan las comunidades autónomas, concluye Crespo-Facorro.

Concha Caudevilla ha ejemplificado este “paso más allá” del fármaco: “Hace que el paciente tenga ganas de salir a la calle, tener pareja, estudiar e incluso ir a la universidad”. Es decir, de hacer una vida normal.

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