Redacción. Madrid
Las compañías farmacéuticas Abbott y Johnson&Johnson han anunciado que están trabajando en el desarrollo de un test genético para la leucemia linfática crónica (LLC) que permitirá identificar a aquellos pacientes que más se podrían beneficiar de una nueva terapia experimental.
El fármaco, que se conoce como ibrutinib, ha sido desarrollado conjuntamente por Johnson&Johnson y Pharmacyclics, ha sido uno de los primeros cinco fármacos en recibir la nueva designación de "gran avance" de la Agencia Americana del Medicamento (FDA, en sus siglas en inglés), destinada a aquellas terapias que pueden ofrecer mejoras sustanciales a las terapias actuales para permitir su acceso a los pacientes con mayor rapidez.
Gracias a la colaboración de Abbott, desarrollarán un test diagnóstico que permitirá identificar a pacientes de alto riesgo con LLC que tienen una anormalidad dentro de un cromosoma específico que los hace más propensos a responder al tratamiento con ibrutinib.
La tecnología de Abbott se conoce como FISH (hibridación 'in situ' fluorescente) y permite identificar si hay pocas o demasiadas copias de este particular gen en las células del cuerpo, o si hay otros que desempeñen un papel activo en la evolución de la enfermedad.
Con los avances en la investigación genética y una mejor comprensión de la biología molecular del cáncer, se espera que haya más fármacos que puedan beneficiarse de esta prueba de diagnóstico.