Alexandra Martínez y Beatriz Merchan, hematólogas del Hospital Clínic de Barcelona.
El
Hospital Clínic de Barcelona no cree en la palabra ‘imposible’ y después de plantearse llevar cabo la
reinfusión de CAR-T ARI-0002 ambulatoria, a día de hoy se ha logrado el objetivo con
12 pacientes, consiguiendo mejorar su calidad de vida. Otra de las innovaciones que ha logrado realizar el programa del centro catalán es ofrecer la
quimioterapia a domicilio antes de infundir la terapia avanzada.
Alexandra Martínez Roca es una de las hematólogas que forma parte del proyecto y pese a que ahora mismo no se puede infundir el
CAR-T en el domicilio del paciente, “se acabará encontrando la fórmula para realizarlo, pero se tiene que ir poco a poco. Por ahora, nuestro objetivo es empezar a ofrecer
CAR-T ARI-0002 y ARI-0001”.
La especialista destaca que tras comprobar que los pacientes que ingresaban al hospital no tenían
ninguna complicación, “surgió la inquietud de realizar esta experiencia de hacer el proceso ambulatorio”. El hecho de poder evitar un ingreso en el hospital con pacientes CAR-T supone para
Beatriz Merchan, hematóloga especialista del Clínic,” una gran satisfacción ya que
se evita un ingreso en el hospital. Hasta ahora un total de
12 pacientes con mieloma que lograron una respuesta total o parcial del CAR-T después de tres meses siguen este programa ambulatorio”.
Las
reinfusiones de CAR-T que recibe el paciente tienen lugar en la habitación de soporte de la
Unidad de Atención Domiciliaria. Martínez detalla las diferentes fases del proceso, empezando con que “el paciente llega al hospital, un inmunólogo sube con el CAR-T, lo
descongela al borde de la cama del paciente
y se infunde. La actual logística hace que el paciente solamente esté
hospitalizado unos días tras la primera infusión y después ya puede ir a casa. Pasados tres meses, se inicia el programa de reinfusión ambulatoria sin necesidad de ingresar de nuevo”.
La linfodepleción ya se realiza a domicilio
Otra de las novedades que el programa CAR-T ambulatorio ofrece a los pacientes es que la
linfodepleción se realice en el domicilio del paciente. Tal y como destaca Martínez, este proceso “normalmente se realiza en los propios hospitales y en el Clínic se realizaba en el hospital de día. Ahora, en los pacientes incluidos en el programa domiciliario, la persona no tiene que venir y la
quimioterapia se la pone la enfermera en su casa, permitiendo que
los linfocitos que quedan en el paciente sean eliminados y se pueda infundir el CAR-T una vez más”.
Martínez: "Si el CAR-T deja de ser circulante, es necesario realizar la linfodepleción"
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La hematóloga recuerda que este proceso no se lleva a cabo con todos los pacientes, sino que la quimioterapia únicamente es necesaria cuando “el
CAR-T deja de ser circulante. Si aún se conserva la terapia en el cuerpo, no es necesario realizar la linfodepleción”.
Evitar un ingreso hospitalario supone para la especialista “
no generar alteraciones dentro de la estructura familiar, disminuyendo la sensación de que el paciente esté enfermo al estar en casa. Estas personas físicamente están bien y el hecho de reingresar es un recordatorio de que
el proceso no acaba nunca, impidiendo empoderar al paciente”.
La figura del cuidador y el protocolo CAR-T
Educar al paciente es un punto clave para que el
proyecto ambulatorio CAR-T funcione. En palabras de Merchan, “se les realiza una educación y se les insiste en la responsabilidad de que hagan todo lo que se les pide”. Dentro de esta educación surge
la figura del cuidador, una persona que “debe ser alguien cercano al paciente y que viva con él, como familiares de primer grado o amigos. Sus funciones es ofrecer apoyo y avisar al hospital de si algo va mal, pero quien se tiene que hacer
cargo de la medicación es el propio paciente”.
Merchan: "Las funciones del cuidador es ofrecer apoyo y avisar al hospital de si algo va mal"
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Algunos de los aspectos más importantes
recogidos en el protocolo son destacados por la hematóloga: “El cuidador debe estar las 24 horas con el paciente, la distancia al centro de reinfusión de CAR-T no puede ser superior a 30 minutos y se debe ser estricto en el grado de carga tumoral para evitar que haya complicaciones a tiempo”.
El hospital catalán sigue consolidándose como referente en el
desarrollo de CAR-T académicas y, ahora, se convierte en el centro español pionero en ofrecer la terapia avanzada de forma ambulatoria. El Clínic no se pone ningún limite, y espera que, a futuro, consiga reinfundir las CAR-T en el propio domicilio del paciente.
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