Joaquín Estévez y Modoaldo Garrido, presidente y vicepresidente primero de Sedisa.
Los directivos de la salud estrenan
código ético. La
Sociedad Española de Directivos de la Salud (Sedisa), y su fundación, han desarrollado un documento que resume “los principios y valores mínimos que han de guiar la actuación del directivo de la salud”. Un paso que ha sido aplaudido por
Joaquín Estévez Lucas, presidente de la sociedad, que ha recordado que “resulta determinante garantizar la profesionalización de la función directiva y la de los profesionales que la desarrollan, objetivo clave y prioritario de la Sociedad, dado que no es algo que esté resuelto en el
contexto normativo legal vigente de nuestro país”.
Desde Sedisa apuntan que la profesionalización de la función directiva es “parte fundamental, asimismo, del avance hacía
el buen gobierno de las instituciones sanitarias, cuyos principios fundamentales son la participación, la transparencia, la respuesta a las necesidades y expectativas de los pacientes y de los ciudadanos, la prestación del servicio con
calidad, seguridad y eficiencia, y la correcta gestión de los recursos (humanos y materiales y económico-financieros)”.
Modoaldo Garrido Martín, vicepresidente Primero de Sedisa, indica que el Código Ético compromete al cumplimiento de lo contemplado en el mismo, así como a respetar, fomentar y llevar a cabo los principios y valores expuestos. Además, la responsabilidad y compromiso ético es vinculante para aquellas
comisiones, comités y agrupaciones territoriales que forman parte de la Sociedad y afectan a las relaciones, encuentros, proyectos y, en definitiva, a cualquier iniciativa que realice de forma autónoma y/o en colaboración con
cualquier agente o entidad dentro o fuera del ámbito sanitario.
“Se trata de disponer de un código ético con el que comprometerse para
promover la calidad y buen ejercicio de la profesión como directivo y como institución, así como poner de manifiesto a instituciones, autoridades sanitarias, pacientes y sociedad en general, el
compromiso ético de los directivos de la salud con la calidad y la eficiencia, a la vez que se transfiere el valor social que aporta la realización de una gestión sanitaria profesionalizada”, puntualiza
Garrido Martín.
Como código o marco ético,
no es un código deontológico en la medida en la que no establece mínimos obligatorios exigibles por ley y sancionables, sino acuerdos de buena práctica y que tratan de promover valores esenciales, en tanto en cuanto mejoran y fundamentan la labor profesional de los directivos de la salud. Por eso, el Código se divide en tres bloques: el
Mapa de principios éticos y valores personales del directivo de la salud; el
Código Ético del Directivo de la Salud como profesional; y el
Código Ético de Sedisa y la Fundación.
“En cuanto al Código Ético para Sedisa y su fundación como instituciones, el ámbito de
aplicación es universal, sin territorialidad, para la totalidad de actividades y proyectos llevados a cabo y tanto para las dos entidades desde un punto de vista institucional y global como para cada uno de los
cargos de la Junta Directiva, responsables y miembros de los Comités de Trabajo, responsables de las agrupaciones territoriales y
delegados territoriales de las comunidades autónomas”, sentencia Estévez.
Acceda al código completo
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.