Redacción. Madrid
Los cardiólogos han denunciado que, pese a que España dispone de más unidades y servicios del ramo por cada centro y autonomía que el promedio recomendado por el Ministerio de Sanidad, sin embargo existen diferencias importantes en la dotación de recursos e incluso en la indicación o no de tratamientos para el infarto (caso de la angioplastia primaria) según la comunidad autónoma en que sea atendido el enfermo.
Vicente Bertomeu, presidente de la SEC. |
“El número de unidades e instalaciones está por encima de lo recomendado por los estándares del Ministerio de Sanidad. Sin embargo, los resultados muestran una excesiva variabilidad, de hasta el 60 por ciento o incluso superior en algunos casos, en la dotación de los recursos humanos y de equipamiento de las unidades de Cardiología, lo que se relaciona con peores resultados asistenciales medidos en reingresos y mortalidad”, ha destacado el actual presidente de la SEC, Vicente Bertomeu.
De igual modo, existe una “elevada diferencia” en la forma de organización de la asistencia sanitaria en los distintos servicios de salud autonómicos, ya que un tercio de las unidades que atienden a 1.500 o más pacientes al año –y, además, cuentan con unidades de arritmia y hemodonámica– no tienen guardia de presencia física. Y más de la mitad carecen de unidad de críticos.
Por otra parte, el 18 por ciento de los pacientes que son ingresados por una insuficiencia cardiaca en España son hospitalizados de nuevo durante los seis meses posteriores al alta, algo que para la Sociedad Española de Cardiología (SEC) constituye una muestra de la “mala organización” de la asistencia a las enfermedades cardiacas.
Así se deduce de los nuevos resultados del estudio ‘Recalcar’ presentados en el Congreso de las Enfermedades Cardiovasculares que se celebra en Valencia, que revela que, en España, existe una “inadecuada atención” a los pacientes cardiovasculares crónicos, en especial aquéllos con insuficiencia cardiaca (IC), que es la responsable del 24 por ciento de los ingresos por causa cardiovascular.
El problema de este porcentaje de reingresos, según han reconocido los cardiólogos, reside en que lleva aparejado un “despilfarro de recursos”, ya que el ingreso hospitalario cuesta en España una media de entre 5.000 y 6.000 euros.
Este estudio ha evidenciado una falta de unidades específicas de atención cardiológica, ya que solo el 44 por ciento de los hospitales cuenta con unidades de insuficiencia cardiaca y el 28 por ciento de rehabilitación cardiaca.