Javier Barbado. Madrid
La contención del gasto en las administraciones públicas, y en concreto en la de Cataluña, conduce a minusvalorar la coste-eficiencia y eficacia de los fármacos sintomáticos de acción lenta para la osteoartritis (sysadoa), que ven así reducido su uso para el tratamiento de la artrosis, según ha denunciado el reumatólogo del Hospital del Mar de Barcelona Jordi Monfort en una jornada celebrada en la Real Academia Nacional de Medicina.
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Sin embargo, este investigador ha citado estudios en los que se comprueba el potencial ahorro económico al tratar a pacientes con dolor asociado a la artrosis con sysadoa en lugar de con antiinflamatorios no esteroideos (Aines), analgésicos que, además, no se deben prescribir durante periodos muy largos de tiempo por su toxicidad hepática y otros efectos adversos.
De acuerdo con Monfort, se ha visto que el coste por este perfil de paciente tratado con Aines durante seis meses es de 182 euros, mientras que si se le prescribe sysadoa en ese mismo periodo de tiempo se reduce a 142 euros. Pero resulta aún más significativo que, si se hacen cálculos a partir de esos datos, se concluye que, en un tratamiento prolongado durante tres años, la diferencia entre indicar sysadoa y prescribir Aines es de 38 millones de euros de ahorro si se escogen los primeros.
Jean Pierre Pelletier, de la Universidad de Montreal del Hospital Centre Montreal en Quebec (Canadá); Jordi Monfort y Alfonso Moreno. |
¿Por qué se gasta menos con los sysadoa? Entre otras razones, porque son válidos para terapias muy prolongadas, su acción es específica, son seguros y no interfieren con otros medicamentos, aspecto muy relevante dado que, con mucha frecuencia, estos enfermos reciben otros tratamientos concomitantes para enfermedades como la hipercolesterolemia, la hipertensión arterial o la diabetes mellitus, según han precisado tanto Monfort como el catedrático de Farmacología de la Universidad Complutense de Madrid Alfonso Moreno.
Ralentizar la enfermedad aparte de aliviar sus síntomas
Además, estos fármacos de acción lenta no solo aspiran a aliviar los síntomas, sino también a ralentizar la enfermedad; de ahí que Monfort insista en que las autoridades sanitarias le presten más atención a su prescripción, pues la artrosis es una patología que afecta a varios millones de españoles (entre 5 y 7) y disminuye de forma drástica su calidad de vida, en ocasiones incapacitándolos para el mercado laboral. Asimismo, Moreno ha subrayado el ahorro derivado de anticiparse, con la toma regular de los sysadoa, a las intervenciones quirúrgicas de prótesis de rodilla o de cadera cuando la enfermedad se encuentra en fase avanzada.