Javier Barbado.
La central de compras para toda España en la que trabajan el Ministerio de Sanidad y el Ingesa se ha topado, desde sus orígenes, con no pocas resistencias por parte de agentes del sector como los proveedores, la industria e incluso las administraciones autonómicas. En el caso de Canarias, la reticencia a la iniciativa centralizadora se debe al temor de que afecte a la financiación de su servicio de salud que, al igual que otros, desarrolla sus propias iniciativas de adquisición agregada de productos y, en esos casos, pone algunos 'peros' al proyecto ministerial. Por otra parte, se muestra optimista respecto a la economía de las islas, ya que aventura que, de seguir como hasta ahora, los presupuestos autonómicos equilibrarán sus gastos e ingresos a finales de 2014. Por último, reconoce que, en esta autonomía, no se exige una capacitación reglada específica para el directivo sanitario previa a su designación como responsable de un área o gerencia, ya que esa condición se le presupone y demuestra al proceder el elegido del funcionariado de carrera que trabaja en la comunidad autónoma.
¿Qué balance económico se aventura a hacer para el presente ejercicio en Canarias?
De dos años acá, el presupuesto del Servicio Canario de Salud –al margen de todos los recortes a que hemos estado sometidos como el resto de administraciones–, dentro de la búsqueda de la eficiencia y dentro de la adopción de las medidas factibles para ello, tiene un balance positivo pese a todo, porque lo hemos incrementado en su capítulo 2, el de gastos corrientes, bienes y servicios por dos años consecutivos. Y ello conscientes de que, en el presupuesto que se elaboró en 2010 para 2011, hubo una reducción con un impacto directo en la famosa deuda del año pasado. Está clara la existencia del plan de deuda a proveedores del año pasado; con todo, no somos de las peores comunidades en devolución de lo adeudado y estamos, de hecho, en torno a los 150-160 días de demora: no cumplimos con la ley pero, dentro de lo malo, somos de las que mejor vamos capeando el temporal.
Joaquín Morales, director general de Recursos Económicos del Servicio Canario de Salud / J. B. |
Pero, ¿va a haber, este año, más recortes presupuestarios?
Entiendo que no. Con la flexibilidad del objetivo del déficit entiendo que nuestra comunidad autónoma, al haber cumplido con lo establecido, dispondrá de un pequeño margen para acometer más medidas. En el cierre de este año, si continuamos con la tendencia del año pasado de ir disminuyendo el volumen del saldo de deudas, el escenario de gasto real que ha ido disminuyendo, podríamos decir que, al final de 2014, el presupuesto del servicio canario de salud estaría acomodado a gasto real. Esto no significa que cesemos de buscar esas bolsas de ineficiencia que padece el sistema.
Las centrales de compras unificadas, incluida la iniciativa del Ministerio de crear una para todo el país, ¿son una buena idea para la sanidad canaria?
Respecto a la iniciativa del Ministerio y del Ingesa, creo que deberíamos tener un poco de prudencia en cuanto a nuestra participación. Es verdad que hemos proporcionado información para ayudar a confeccionar los pliegos, establecer los volúmenes de compra, nuestros precios… Hemos asistido, en fin, a las reuniones y está claro que, desde nuestro punto de vista, hay una cuestión importante y prioritaria como es el pago a los proveedores.
Hay una normativa, en este sentido, que se está tramitando en el Ministerio pero de la que no acaba de clarificarse su contenido ni cómo va a afectar [a nuestro servicio de salud] en el sentido de si va a participar o no en esos procedimientos. Realmente se están orquestando procesos de contratación centralizada, es decir, se están elaborando los procedimientos centralizados de adquisición de ciertos y determinados productos que pueden afectar a la financiación de las comunidades autónomas.
En mi opinión, primero deberíamos tener las normas encima de la mesa y, automáticamente después, adherirnos o no a los procedimientos que desde el Ingesa y desde el Ministerio se establezcan.
¿Qué estrategia de compras centralizada se sigue en Canarias?
En Canarias hemos realizado ya dos acuerdos marco de productos farmacéuticos; respecto al primero de ellos, casi el 80 por ciento de los productos de adquisición farmacéutica los tenemos ya licitados –y esta es otra de las cuestiones por las que el Ministerio ni siquiera nos ha preguntado y, si lo ha hecho, ha sido de una manera velada en el sentido de que las comunidades autónomas pueden tener organizaciones o estructuras para la compra agregada de productos, esto es, pueden llevar a cabo acuerdos-marco en este sentido–. Cada comunidad autónoma posee sus propias experiencias de esta índole y su forma de ser un poco más eficiente por medio del mismo sistema: agrupar volúmenes desde los servicios centrales y adquirir productos específicos.
Nosotros llevados dos acuerdos-marco de productos farmacéuticos. Ahora, por ejemplo, estamos tramitando uno de sueros; también se han conformado grupos de trabajo para realizar acuerdos marco también en la adquisición de prótesis de rodilla y de cadera, indumentaria desechable, vamos a iniciar gasas… O sea, tenemos cierto recorrido y hemos trabajado, al igual que el resto de las comunidades autónomas, no solo en la adquisición de productos sanitarios sino también en servicios. Ya hemos cerrado el pliego técnico de un concurso centralizado de limpieza, de seguridad… De residuos sanitarios tenemos abierto ya, prácticamente, el procedimiento a punto del informe técnico y de su adjudicación, energía eléctrica…
Por lo tanto, yo creo que todos nos estamos moviendo en la misma dirección. Y así lo atestigua que aparezca, en el Real Decreto Ley del año pasado, como norma de eficiencia, un procedimiento de adquisición centralizada mal denominado “central de compras” (en realidad es una centralización del procedimiento administrativo de adquisición) con la participación de las comunidades autónomas. Con carácter previo a la instrumentalización de ese procedimiento se tiene que firmar un convenio con el Ingesa y el Ministerio a efectos de adherirse [cada gobierno autonómico] y estar obligado a comprar un determinado volumen. Pues bien: creo que se podría haber planteado de otra manera porque, si es un procedimiento de adhesión, podría adherirse cualquier comunidad autónoma con posterioridad, ya que es un acuerdo marco que se establece con los proveedores siempre y cuando éstos tengan volumen y capacidad para absorber las demandas de las autonomías que se quieran adherir más adelante… Sería otra forma de haber orquestado lo mismo.
La verdad es que, desde Canarias, empezamos a ver el procedimiento [de central de compras del Ministerio y del Ingesa] con determinada reticencia, más que nada por lo que pueda afectar a la financiación .Si estuvieran de nuevo todas las reglas encima de la mesa, quizá el escenario estaría más claro. De hecho, hay determinados lotes que permanecen abiertos y a los cuales nosotros no hemos ido porque tenemos recién cerrados acuerdos-marco con los proveedores, como sucede con los productos farmacéuticos: en este caso, por ejemplo, no tiene sentido participar [en la central de compras] del Ministerio.
Cambiemos de asunto. ¿No se plantea Canarias apostar por nuevas fórmulas de gestión en sus hospitales para mejorar su eficiencia como ha hecho, por ejemplo, la Comunidad de Madrid?
No, en principio, en Canarias, lo que estamos haciendo es apostar por el sostenimiento de los servicios públicos esenciales. Lo que está claro –y antes lo he dicho–, la bajada presupuestaria en el capítulo seis ha sido muy importante en los presupuestos de casi todos los servicios de salud en una clara apuesta de intentar sostener los servicios públicos. Somos una comunidad autónoma que tiene un escaso presupuesto, actividad concertada y que, en general, está más enfocada a lo público. Sí se está empezando a hablar de unidades de gestión clínica, de unificación de gerencias de Primaria y Especializada, gerencias únicas… como posibles soluciones para mejorar la eficiencia, pero aún no se han implementado. Lo único que estamos haciendo es preservar los servicios públicos esenciales, pero modelos como el Alzira u otros que lleva a cabo, por ejemplo, la Comunidad de Madrid ni siquiera los estamos evaluando.
El expediente de colaboración público-privada lo hemos enfocado, más bien, a la conclusión de servicios de obras a partir de pequeñas inversiones que se han tenido que paralizar; en esos casos lo tenemos más presente.
La Sociedad Española de Directivos de la Salud (Sedisa) defiende desde su fundación la profesionalización del directivo de la salud. Castilla-La Mancha ha sido pionera en seleccionar a gerentes de hospital por medio de un concurso-oposición público, y, en Canarias, al menos se ha plateado en el Parlamento por parte de algunos diputados autonómicos. ¿Cuál es su opinión?
No se está haciendo nada concreto ahora en cuanto a la capacitación [del directivo de la salud]. Puede haber directores generales que son funcionarios; dependiendo de la casa de la que procedan, se les puede presumir cierta capacitación en un área determinada. En concreto, en Canarias, la elección de los directores generales se lleva a cabo por medio del Consejo de Gobierno, como es natural, pero no se está haciendo a partir de un currículum. La Ley de Transparencia ya va a poner de manifiesto el perfil o la capacitación o el currículum de cada uno de los profesionales o de las personas que ostentan puestos de representación política sanitaria o de otro tipo en la comunidad autónoma, en un ejercicio de hacer transparente o poner de manifiesto esa capacitación para una determinada área.
En nuestro caso, la mayor parte de los directivos son funcionarios de carrera; muchos de ellos provienen de la propia casa, del Servicio Canario de Salud, es decir, gente que está en la casa con puestos como funcionarios de carrera.