Los expertos en cuidados están más preparados para ello que los galenos, según una tesis doctoral



4 abr. 2013 18:42H
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Javier Barbado. Madrid
La enfermera a menudo no pasa de ostentar la Dirección del departamento en el que ejerce la profesión, en el mejor de los casos, y, sin embargo, hoy su capacitación técnica para dirigir centros sanitarios se encuentra en el mismo nivel que la del médico, según deduce la entrevistada de su experiencia clínica y académica. Esta profesional de la Enfermería participa en el 2º Summer Course en Análisis de Redes Sociales y Workshop de Investigación en este campo, una forma de medir las relaciones entre los actores implicados en una actividad, en este caso las Ciencias de la Salud. Redacción Médica se hizo eco de su primera edición en otra conversación con la entrevistada, que ahora analiza con más detalle el objeto de su labor docente e investigadora.

 Pilar Marqués, fotografiada en su despacho de trabajo.


Sabemos que el “Análisis de Redes Sociales” o ARS es un método para medir la actividad de las redes sociales (digitales o de otra índole). Pero, ¿cuál es su origen y cómo se lleva acabo?

Bien. El ARS es una herramienta, en concreto, para medir las relaciones entre los actores, bien sea a través de las redes digitales o entre los contactos que tienen lugar todos los días en tu trabajo, con tus amigos, con tu familia, etc. Su origen tuvo lugar porque era necesario un método que midiera y analizara las redes sociales. El concepto de red social surge de la Teoría de Grafos. Una red es un conjunto de nodos unidos por líneas: los nodos son personas y las líneas son relaciones. De esta forma se teje toda una estructura social a través de la cual fluyen recursos como, por ejemplo, ideas, consejos, ayuda, etc. Pero, ¿cómo podemos medir lo que ocurre exactamente? Por ejemplo, ¿cómo se puede medir el liderazgo de las personas que transfieren recursos, cómo se puede replicar una red, qué tipo de posiciones en una red favorecen más la transmisión de ideas en el mundo de la innovación, o la transmisión de enfermedades, cómo influyen los contactos para recomendar a alguien para un puesto de trabajo, qué tipo de redes influyen más en que la gente fume, o tenga un hábito de alimentación más equilibrado o, en general, sea más feliz o más infeliz?

Para proporcionar respuestas rigurosas a todas esas preguntas se puede recurrir a un método riguroso que es el ARS, el cual surge de las contribuciones de distintos investigadores y de la necesidad de contar con un método común para interpretar las interacciones entre los miembros de una red. Algunos de los autores más prestigiosos han sido Wasserman y Faust. En la segunda mitad del siglo XX se generó una gran producción científica con la aplicación del ARS y, por tanto, se necesitaba un foro donde exponer y debatir toda esta producción, para lo cual en 1978 se creó el Insna (International Network for Social Network Analysis).

A partir de este momento, surgieron varios programas informáticos con el fin de dar soporte a todo tipo de análisis planteados con la metodología del ARS. Uno de los más difundidos ha sido Ucinet, cuyos autores Linton Freeman, Steve Borgatti y Martin Everett comenzaron con sus primeras versiones en 1991.

Ahora, en la actualidad, hay tres núcleos importantes a nivel mundial: EEUU (Universidad de California, Harvard y Kentucky, entre otras); Holanda, y Reino Unido (Universidad de Manchester). El eje hispano-americano lleva unos años consolidándose y está consiguiendo una gran visibilidad.

¿En qué posición está España en el uso del ARS con respecto a otros países?

Como le he comentado, España está liderando la consolidación del eje hispano-americano. Sus líderes son: José Luis Molina (Universidad Autónoma de Barcelona), Isidro Maya (Universidad de Sevilla) y Marta Varanda (Universidad de Lisboa). Cada uno de ellos dirige estrategias y grupos multidisciplinares, porque se debe trabajar en torno a líneas y no en torno a profesiones. De hecho, muchos de los investigadores en redes poseen perfiles híbridos: sociólogos y matemáticos, antropólogos y físicos, economistas y antropólogos, médicos y psicólogos, enfermeros y antropólogos, etc. Ahora se están creando algunos grupos relacionados con el management (Universidad Pablo de Olavide),  y de redes y salud, entre los cuales se encuentra la Universidad de León de forma incipiente. Nos queda mucho por hacer, porque llevamos muy pocos años, pero el tema ya es imparable.
En otros países utilizan el método tanto para las políticas de salud como para las campañas políticas o incluso para reafirmarse en una determinada nacionalidad, tal y como está ocurriendo en China. Por tanto, estamos motivados porque ya no nos planteamos si el método funciona o no: eso ya lo han demostrado otros. Nosotros tenemos que formarnos y correr para volcar el conocimiento en algo útil para nuestro país, en este caso, para nuestro sistema sanitario.

¿Cuál es el perfil del sanitario que más utiliza las redes sociales (médico, enfermero, celador…)?

En cuanto a las redes digitales, el perfil es el de profesionales arriesgados y que buscan “subirse” a la innovación. Son personas que quieren acceder al mundo de forma rápida, y con las redes se puede hacer. Las redes digitales, lógicamente han venido a este mundo para quedarse y servirán de ayuda y de soporte a las redes sociales, que surgieron con la presencia del hombre. En general los médicos y las enfermeras están comenzando con la exploración de todas estas posibilidades. De hecho hay foros especializados en esta área. Pero un celador, a nivel personal, también puede tener este perfil, es decir, que dedique horas y horas a la búsqueda de información sobre temas de su interés pero, que finamente, lo que está haciendo es entrenarse en una herramienta y en filtrar información. Seguramente sus directivos ni sepan de esta habilidad, con lo cual no pueden explotarla.

Por tanto, y en resumen, el perfil es el de profesionales que buscan y, importante, que son muy solidarios con la información. No les preocupa compartir porque saben que la web es una “sociedad” más, y tampoco tienen miedo a la crítica, al contrario, lo consideran como un “favor” para ir más rápido en la búsqueda y consecución de sus metas.

Sin embargo, no quiero dejar de hacer énfasis en las otras redes, en las que participamos todos los días sin casi darnos cuenta. Aquí, necesitamos saber qué profesionales tienen una localización prioritaria en la unidad clínica o en el Centro de Salud. Esta localización o posición en la red, podría ayudar  a poner en marcha un nuevo proyecto o a aportar medidas de mejora. Y, una vez más, tampoco va ligado a la categoría profesional sino a la capacidad de comunicar o, lo que es lo mismo, a ser un buen estratega “social”.

En verano se celebra en Ponferrada el 2º Summer Course en Análisis de Redes Sociales y Workshop de Investigación en ARS. ¿Qué entidades lo organizan?

Lo organiza la Universidad de León (ULE) y el Campus Noroeste de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED). Participan varios departamentos de las dos universidades, entre otros el Departamento de Enfermería y Fisioterapia (ULE), el Departamento de Dirección y Economía de la Empresa (ULE), el Departamento de Trabajo Social (UNED), el Departamento de Análisis Económicos (UNED) y el Área de Cooperación al Desarrollo (ULE).

¿De qué manera participa usted?

Me encargo más de los ponentes cuyas investigaciones están relacionadas con el ARS y el management, ARS e innovación, ARS y salud y ARS y marketing digital. La UNED, además de ser anfitriona con su magnífica sede, pone a disposición toda su plataforma Intecca, mediante la cual el alumno podrá seguirlo a través de internet. También  lidera un taller sólo de redes digitales. Aunque este foro siempre ha sido pensado para la aplicación del ARS a distintas áreas temáticas, necesitamos unir estos intereses con los de las redes digitales. Normalmente se intentan separar; sin embargo, nosotros hemos apostado por reunir ambos intereses en el mismo foro, con el objeto de poder complementarnos. El primer año contamos con la presencia de Steve Borgatti y, este año, tenemos a los líderes antes mencionados: Jose Luis Molina, Isidro Maya y Marta Varanda como Keynote Speaker. Además, también contaremos con la presencia de profesionales muy relevantes y representativos en materia de Ciencias de la Salud como las asociaciones de Ande y Sedisa.

¿Puede adelantarnos proyectos o resultados de investigaciones que se vayan a exponer en este foro?

Se hablará de redes en el mundo de la empresa, especialmente de las redes interorganizativas. También habrá un bloque de temas más innovadores en el ARS, con respecto al desarrollo territorial. Este año tenemos un panel de redes y salud con ponencias sobre redes y apoyo social y redes y transmisión de sida.

Llevaremos a cabo el 2º Meeting de Redes y Salud. Este pequeño espacio es para mostrar rápidamente experiencias de profesionales que trabajan en el campo de las Ciencias de la Salud con redes, pero no con ARS. De esta forma, expertos en ARS intentarán ganar un feedback aportando ideas que después se puedan sumar a sus campos de actuación. El objetivo de este meeting consiste en aportar una visión práctica del ARS. Los expertos lo tendrán difícil, porque necesitan hacer una valoración sobre la marcha. Sólo será durante una hora, con 40 minutos de exposición y 20 minutos para el feedback. Pero nos parece realmente interesante mantener este modelo de foro.

Ya tenemos confirmados expertos de Brasil, de Murcia, representantes del Módulo de Gestión de Enfermería y de las Juntas directivas de ANDE y de Sedisa. Para nosotros su presencia es muy relevante, porque sabemos que es una de las opciones más eficaces para hacer visible esta metodología, y porque estos profesionales están en el campo de la práctica y pueden ayudarnos a mejorar nuestras líneas de investigación.

¿Cuál es su trayectoria como profesional de la salud y como docente universitario?

14 años como profesional asistencial, con cargos también de responsabilidad, y doce años como docente, en especial en materia de gestión. Mi doctorado fue en Ciencias Económicas, en concreto en Administración y Dirección de Empresas (ULE). Mi directora de tesis, María F. Muñoz me vio perfilada para hacer una investigación en redes y rendimiento en el sector sanitario, puesto que los años anteriores me había centrado en la cultura organizativa. Adquirí formación y entrenamiento en el Gatton College of Business and Economics (Universidad de Kentucky), junto con Steve Borgatti; en el Mitchell Centre (Universidad de Manchester), con Matin Everett; y en la Universidad Autónoma de Barcelona, con José Luis Molina. Todos ellos han resultado ser unos magníficos mentores y espero no defraudarles. Sé que esta línea será un trabajo para toda mi vida, porque tengo mucho que aprender y tengo que combinarlo con otras actividades. Por este motivo necesitamos conseguir un grupo fuerte en España, porque podremos reforzarnos.

¿Cree que, en España, la Enfermería está todavía en desventaja a la hora de dirigir hospitales e influir, en general, en la política sanitaria?

Está en desventaja en cuanto a la confianza depositada en los profesionales, ya que hay una escasa trayectoria en dirigir hospitales, pero no en cuanto a confianza competitiva. Me explico: no es “habitual” que una enfermera sea gerente; el salto a las gerencias, normalmente, se da desde la profesión de médico. Sin embargo, en estos momentos el nivel de formación, la capacidad de análisis y de conocimientos de la realidad del sistema sanitario, es la misma. Y este dato se lo digo desde el conocimiento de participar en congresos, foros, comisiones asesoras, etc., con médicos y enfermeras, y tanto en contextos universitarios como de índole profesional.

Por otra parte, será interesante observar cómo los nuevos másteres y la formación de grado con Bolonia facilitan esa trayectoria. Me atrevería a sugerir que no sólo el marco formativo ayudará, sino que es necesario que el profesional de Enfermería considere la alta gestión y el asesoramiento en materia de Sanidad como una opción más en su trayectoria profesional. Esto significa un cambio cultural en la profesión. En el diseño curricular siempre han estado pendientes contenidos relacionados con la gestión, e incluso existe alguna tesis doctoral que demuestra que el profesional de Enfermería posee una sensibilidad mayor que la de los médicos hacia la gestión, precisamente por este motivo. Pero lo cierto es que, en la práctica diaria, lo normal es que un profesional de Enfermería llegue como máximo a directivo de su Departamento.

¿Cómo ayuda la tecnología 2.0 a los profesionales enfermeros tal como usted lo ve?

Me gustaría pensar que la tecnología 2.0. ayudará a los profesionales de Ciencias de la Salud a participar de forma más conjunta en cualquier proceso sanitario. Creo que todo lo que se refiere a redes, tanto personales como digitales, rompe las barreras de estamentos y crea una cultura más multidisciplinar donde cada uno tiene unos conocimientos específicos de la profesión pero las relaciones tienen un carácter más cooperativo.

Por otra parte, la tecnología 2.0 nos acercará más al usuario y a otros profesionales que pueden estar a una gran distancia geográfica de nuestro entorno de trabajo. Se abren posibilidades de trabajo desde el propio hogar, donde podríamos contactar a la vez, por ejemplo, con varios pacientes de una misma cartera de servicio para facilitarles la misma educación sanitaria y, además, permitir que ellos mismos se apoten feedback. Otro ejemplo podría ser cómo distintos profesionales se ofrecen o comparten ideas, consejos, conocimientos, etc., sobre la mejora de un proceso, de una técnica, etc. Quizá, la tecnología 2.0 pueda flexibilizar el sistema y, a la vez, dotar de prácticas eficientes. Creo que es una gran oportunidad que también implica un cambio de cultura y que es muy importante la forma en la que los directivos diseñen sus procesos de implantación.

Además, estas tecnologías, insisto, convertirán el “hábito” del trabajo en algo multidisciplinar porque una enfermera o un médico pueden ponerse en contacto con psicólogos, estadísticos, informáticos, etc., para conseguir sus objetivos. Las posibilidades son muy grandes, pero debemos ser cautelosos. Últimamente se están presentando múltiples plataformas para gestionar los cuidados del paciente, para hacer seguimiento del paciente crónico o para compartir conocimiento, y, lo que es más llamativo, sólo unas pocas han sido diseñadas teniendo en cuenta el carácter multidisciplinar. No nos equivoquemos: en estos momentos, crear plataformas de este tipo ya no es innovar; innovar es ver cómo se optimizan, si funcionan o no, ser rigurosos con los análisis… y, ya para nota, pensar en los diseños para las demandas del futuro. Aquí todavía estamos débiles.

En el Living Environments Laboratory Theme Leader (Wisconsin) doctoras en Enfermería, en Medicina y en ingenierías ya están trabajando en estos contextos futuristas. Debemos invertir nuestro tiempo en formarnos con personas que ya están en estos contextos y no “gastar” nuestro tiempo en inventar lo que ya está.

Para concluir, me gustaría aportar un pensamiento de respeto y valentía hacia las redes, personales y digitales. Respeto en cuanto a ser humildes en el aprendizaje y en la transmisión de los recursos a través de los canales de comunicación, y valentía porque me gustaría hacer un llamamiento a todos aquellos  que quieran realmente trabajar con rigor y formarse en la metodología del ARS. Las redes son nuestro entorno natural y habitual, todos estamos inmersos en multitud de redes, tenemos que ser conscientes de ello y aprender a optimizarlas.

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