Uno de cada ocho menores de 18 años presenta trastornos mentales



13 mar. 2014 14:03H
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Hiedra García Sampedro / Imagen: Miguel Á. Escobar. Madrid
La troncalidad ha causado el retraso en la aprobación de la especialidad de Psiquiatría del Niño y del Adolescente, una disciplina que siempre ha contado con el apoyo de profesionales, políticos, pacientes y administración, pero que ha tardado años en concretarse porque el Gobierno ha preferido abordarla junto al cambio de modelo formativo global que es la troncalidad.

Celso Arango.

“Como las demás especialidades han tenido problemas con la troncalidad, nos han arrastrado y nos han hecho retrasarnos”, ha asegurado Celso Arango, jefe del Servicio de Psiquiatría del Niño y del Adolescente del Hospital Gregorio Marañón y director de la cátedra de esta disciplina que organiza la Fundación Alicia Koplowitcz junto a la Universidad Complutense de Madrid. Celso Arango ha presentado el ‘Libro Blanco de la Psiquiatría del Niño y del Adolescente’.

Sobre la puesta en marcha de la troncalidad, Arango recuerda que los primeros psiquiatras especialistas “saldrán dentro de cinco años”. El proyecto se aprobará en breve por el Consejo de Ministros y la siguiente fase es crear las comisiones de tronco, los planes formativos y las unidades docentes. Cree además que será necesaria una mayor dotación de recursos; sin embargo subraya que “lo más importante será realizar una reorganización y un uso más eficiente de los recursos disponibles.” De esta manera, “si hay 100 centros de salud mental de adultos y niños, quizás habría que dedicar 10 de estos 100 a la atención infantil”, comenta Arango.

Un millón de niños afectados

Según los datos recogidos en el Libro Blanco, elaborado en colaboración con PriceWaterHouseCoopers, los trastornos mentales afectan a un millón de niños y adolescentes españoles y 1,6 millones está en situación de riesgo. Estas cifras sugieren que en España uno de cada ocho menores de 18 años presenta trastornos mentales y uno de cada cinco padecerá a lo largo de su vida un problema de desarrollo emocional o de conducta.

Las principales patologías que afectan a los niños y adolescentes españoles son los trastornos del desarrollo neurológico como discapacidades intelectuales, trastornos de la comunicación, trastorno por déficit de atención con hiperactividad, trastorno específico del aprendizaje y los trastornos motores entre otros; además, el espectro de la esquizofrenia y otros trastornos psicóticos, el trastorno bipolar y los relacionados con la depresión, la ansiedad, la alimentación, el sueño y el estrés.

Celso Arango recuerda la importancia de la detección precoz de los trastornos mentales en la población infantil, ya que el 70 por ciento de todos los que aparecen en la edad adulta tiene su origen en la infancia o adolescencia. “En muchos países se ha puesto énfasis en la prevención, pero no es el caso de España”, se lamenta.

Por otro lado, asegura que se ha avanzado en los últimos años en la atención a los problemas de salud mental de esta población. “Hace 12 años en Madrid no existía ni una sola cama específica de Psiquiatría para niños y adolescentes, ahora todas las comunidades están haciendo un esfuerzo”, afirma. Sin embargo, recuerda que la situación de la Psiquiatría Infanto-Juvenil es muy heterogénea entre autonomías, en algunas sus estrategias de salud mental perdieron su vigencia “hace seis o siete años”.

Navarra y Cataluña son las comunidades que presentan un mayor número de casos de estas patologías, también son, junto a País Vasco, las que han contabilizado mejor las intervenciones (diferenciado entre adultos y población infantil, o entre entradas por ingresos o por revisiones).

En cuanto a la ratio de psiquiatras infantiles, País Vasco tiene 9,28 por 100.000 habitantes, y es la comunidad que más recursos humanos dispone para la atención psiquiátrica de esta población; sin embargo, la tasa recomendada es de 14.
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