Un estudio revela carencias formativas entre los médicos para abordar en consulta cuestiones ligadas a la sexualidad

Los MIR tienen carencias en el abordaje de la salud sexual por dos factores determinantes
Los MIR lamentan que hay carencias formativas en el abordaje de la salud sexual.


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La falta de tiempo en las consultas y la presencia de familiares durante la anamnesis son los principales obstáculos con los que se encuentran los MIR a la hora de abordar la salud sexual de sus pacientes. A estas barreras se suman factores culturales, religiosos y lingüísticos, que dificultan aún más la recopilación de antecedentes sexuales y, por ende, el diagnóstico de problemas en esta área de la salud, algo que repercute negativamente en la calidad asistencial y, por ende, en el bienestar de los pacientes.

Es la principal conclusión a la que llegan dos investigadores estadounidenses en su estudio Salud sexual en la atención al paciente: deficiencias en la formación médica y barreras experimentadas en la toma de la historia sexual, publicado en la revista científica BioMed Central (BMC). Los expertos recuerdan que los problemas de salud sexual van más allá de las disfunciones y también abarcan cuestiones como dudas sobre la identidad sexual y el riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual.

“Un tratamiento ineficaz puede dar como resultado una disminución de la calidad de vida o incitar a los pacientes a buscar información en fuentes alternativas como internet, lo cual podría exponerlos a información errónea”, se indica en el artículo. Para comprobar si los MIR reciben una adecuada formación a la hora de tratar cuestiones de salud sexual con sus pacientes, los expertos hicieron una encuesta a 167 MIR de una facultad de Medicina de Bélgica. También se analizó su plan de estudios.

El análisis reveló “una brecha significativa entre las necesidades educativas de los estudiantes y su preparación para hacer evaluaciones de la historia sexual”. En dos de cada tres MIR, los investigadores hallaron carencias de habilidades, conocimientos o ambos. Los propios encuestados se mostraron insatisfechos con la formación recibida al respecto.

Incomodidad médico-paciente y sesgos culturales


El 75 por ciento señaló la presencia de los padres del paciente en la consulta como una de las principales barreras en el abordaje asistencial de la salud sexual, seguida de la falta de conocimientos o habilidades para lidiar con la incomodidad del paciente -64 por ciento- y la creencia religiosa del paciente -47 por ciento-. El 43 por ciento y el 40 por ciento mencionaron cuestiones funcionales como barreras lingüísticas y limitaciones de tiempo para las consultas, respectivamente.

Entre esas cuestiones, la incomodidad entre médicos y pacientes a la hora de tratar la temática sexual queda señalada en el estudio como un “factor crítico que afecta el inicio y la calidad de las conversaciones sobre la historia sexual”. También cabe señalar dificultades ligadas a sesgos no sólo de religión, sino también étnicos, de edad y de género.

Formación multidisciplinar en torno a la salud sexual


“Para mitigar el estigma y fomentar un discurso normalizado en torno a la sexualidad, es responsabilidad de los médicos y los profesionales de la salud proporcionar a los pacientes información actualizada sobre la salud sexual y fomentar un diálogo abierto sobre las preocupaciones sexuales. En consecuencia, es necesaria una formación multidisciplinar integral y práctica de los sanitarios para salvaguardar el bienestar sexual de los pacientes”, concluyen los investigadores.
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