María López-Ocaña, médica.
Decepción y frustración. Estas son los dos sentimientos más presentes entre los médicos que se han presentado al
examen MIR 2025 debido a su dificultad. A falta de los resultados definitivos, los futuros residentes que prevén que no tendrán
la nota necesaria para acceder a la especialidad que quieren
ya están buscando otras alternativas para alcanzar sus objetivos. Mientras que algunos tienen prácticamente decidido que
repetirán el examen MIR, otros prefieren
probar suerte fuera de España en algún país europeo en el que el
acceso a la residencia no requiera de una prueba.
Este es el caso de
María López-Ocaña, quien tras la realización del
examen MIR ha reconocido a
Redacción Médica que se marchará fuera de España a formarse como especialista. Aunque todavía
no tiene claro en qué lugar está su destino, sí que tiene pensado
cuatro países donde podrá ser feliz y
progresar laboralmente. Estos son:
Irlanda, Inglaterra, Australia o Suecia. Además, con los tres primeros ya tiene un 'plus', y es que ella es
prácticamente bilingüe y sabe inglés desde pequeña, por lo que el idioma no sería un problema.
Hacer la residencia médica en Irlanda
Según ha explicado López-Ocaña, en Irlanda se empieza a trabajar directamente como médico generalista, sin necesidad de superar un
examen MIR, y, posteriormente, se
abren plazas de residente. “Cuentan más
los objetivos que uno tiene, la impresión que das en la entrevista personal, y la experiencia dentro del sector sanitario”, ha subrayado.
Para poder accedere formarse en este país, lo primero que un médico tiene que hacer es registrarse en el
Consejo Médico de Irlanda (Irish Medical Council-IMC). En su página el interesado deberá elegir una de las opciones disponibles (General, Training o Specialist). Posteriormente se tendrán que presentar documentos como el DNI, el título de Medicina y el certificado de idoneidad, entre otros trámites burocráticos.
Con todo listo, desde el Gobierno irlandés enviarán un documento con el
certificado de colegiación y el número de colegiado, y el profesional interesado podrá ejercer dentro de la sanidad de Irlanda.
Formarse como especialista en Reino Unido
En el caso de
Reino Unido es fundamental registrarse en el colegio de médicos ya que es un requisito necesario para ejercer. Para López-Ocaña, este país no es solo una opción muy válida por el idioma, ya que no le supondría ningún problema, sino porque no hay un examen similar al MIR. “
El aspirante tiene que hacer una prueba, pero es en el
hospital donde se quiere formar. El resultado no solo depende de la nota, sino de la
entrevista personal o la carta que escribes al centro… Son más aspectos que se toman en consideración, y eso me gusta”, ha aclarado.
Más concretamente, a lo que se refiere López-Ocaña ya lo explicó más profundamente el Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (
CEEM). Y es que el acceso a la residencia en Reino Unido
consta de dos programas. El primero, la
Foundation Training Programme, que dura dos años y se realiza en hospitales universitarios con rotaciones para valorar las capacidades de los futuros MIR. Y tras, este periodo de tiempo, hay que superar el
Specialist Training, que la duración, contenidos y competencias dependen de los programas formativos diseñados por cada unidad docente.
Hacer el MIR en Australia
Otra de las opciones que más llama a López-Ocaña es
Australia. En este país la forma de ingresar en la residencia también difiere de la de España. Lo que sí, al no pertenecer a la Unión Europea, es necesario
homologar el título de médico, y, para ello, hay que validarlo a través del
Australian Medical Council (AMC). Una vez aprobado este examen, el aspirante debe registrarse en el
Medical Board Of Australia.
Con los trámites burocráticos iniciales en orden, el siguiente paso es
completar una formación de un año tras graduarse (
PGY1) antes de poder iniciar él MIR, y
son los propios interesados quienes deben buscar un hospital que admita profesionales internacionales para ello.
Formarse como médico especialista en Suecia
Por último,
Suecia es otro de los lugares que le llama la atención para especializarse. Aquí, antes de ser MIR, es necesario estar un año rotando por diferentes Servicios y, tras este periodo de tiempo, se empieza con la residencia. “
Si no te gusta la disciplina que has elegido puedes cambiarte, pero no pierdes esos años de formación. En cambio, si en España
abandonas el MIR, tienen que volver a repetir el examen”, ha lamentado.
Lo único que
le echa ‘para atrás’ de Suecia es el idioma. Y es que obligan a tener un C1 de sueco. “Pero si puedes compaginar tu trabajo en España como médico generalista e ir aprendiendo en una escuela el idioma, es viable”, ha concluido.
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