Aula del examen MIR 2023.
Después de largos meses de presión, incertidumbre y, sobre todo, esfuerzo titánico, ha llegado el gran día para los aspirantes al
MIR 2023 y resto de
Formación Sanitaria Especializada (FSE). Un total de
12.668 médicos han sido convocados este sábado, 21 de enero, a la prueba para cumplir el sueño de obtener una de las
8.550 plazas ofertadas por el
Ministerio de Sanidad para esta histórica convocatoria. Nervios, abrazos y mensajes de ánimo, pero también una dosis extra de ilusión, se han sucedido a las puertas de la
Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), uno de los centros habilitados para la realización del examen que podría marcar un antes y un después en la vida profesional de los candidatos.
Al igual que en anteriores convocatorias,
Redacción Médica se ha desplazado hasta este punto de la capital para conocer de primera mano el
minuto a minuto de esta jornada que recupera la normalidad tras la pandemia por Covid-19. Sin mascarillas ni distancia de seguridad, no han faltado las muestras de cariño ni las lágrimas que se han intensificado instantes antes de dar comienzo el
primer turno de llamamiento, cuando los opositores se han despedido de sus seres queridos para acceder al interior de la Facultad.
“Tienen que ser conscientes de que han estado muchos meses trabajando, por lo que se merecen acceder al aula de examen y demostrarlo.
Tienen que pelear pregunta a pregunta”, explicaba a este periódico
Fernando de Teresa, director académico de CTO, quien no ha dudado en trasladarse hasta el centro universitario para arropar a los estudiantes.
Como bien saben los médicos, los equipos docentes recomiendan
no abrir el manual en la mañana de la convocatoria; una máxima que ha respetado
Leticia, una de las
aspirantes al examen MIR 2023. “A las 14.30 de este viernes cerré los libros y no los he vuelto a abrir. De hecho, tengo
post- its en mi habitación y ni los he mirado; he cumplido totalmente”, explica la joven, que, a tan solo una hora del inicio del ejercicio, asegura no sentirse “nada nerviosa”:
“He trabajado un montón y esto es un simulacro más”.
Al igual que muchos otros médicos, Leticia ha acudido a la importante cita acompañada de sus padres, que se muestran
“absolutamente orgullosos” del esfuerzo realizado no solo en la preparación MIR, sino durante toda la carrera de Medicina.
"Manejar la presión no es algo nuevo para los estudiantes de Medicina"
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Jefferson ha sido citado para realizar la prueba en una de las salas de la
Facultad de Geografía e Historia de la UCM, donde han sido convocados alrededor de 3.000 titulados. En los pasillos, esperando a ser llamado para identificarse, confiesa estar “muy nervioso” y no haber podido cumplir con otra de las recomendaciones principales. “No pude dormir bien; me desperté a las 5 de la mañana. Eso sí, he recogido algunos de los
tips que me han dado compañeros que ya se han presentado en otras ocasiones, como el de no repasar a última hora. No tiene sentido estar estudiando un día antes;
únicamente hay que tener confianza en uno mismo, como cuando te presentas a los exámenes finales en Medicina.
Manejar la presión no es algo nuevo para nosotros”, explica el joven.
El médico, que aterriza en España desde Bogotá, espera lograr formar parte del
cupo reservado para extracomunitarios y
tomar posesión de una plaza MIR. “Es bonita la oportunidad de poder conocer este país y de que podamos presentarnos a una prueba como esta”, agrega, justo antes de ser llamado para entrar definitivamente en el aula.
Por delante,
cuatro horas y media ininterrumpidas de examen en las que tratar de plasmar el duro trabajo realizado durante meses, e incluso años, pero sabiendo que
siempre habrá una nueva oportunidad.
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