Ignacio Crespo e Isabel Iguacel.
Aneuploidía, Citocinesis o Etiología, tres palabras elegidas al azar pertenecientes al glosario de la
Medicina. Para los estudiantes de este campo estas palabras son más que familiares, para el resto de los ‘mortales’ tres palabros sin ningún significado conocido. Explicarlas de forma sencilla y en clave de humor es el objetivo y el reto al que se enfrentarán este viernes
Isabel Iguacel e
Ignacio Crespo en la semifinal de
Famelab España 2018, el mayor concurso internacional de divulgación científica.
Ambos semifinalistas representarán a la
Medicina entre diez participantes más pertenecientes a otros campos científicos. Su intención es acercar la Medicina mediante monólogos de no más de tres minutos a la vez que intentarán arrancar alguna que otra carcajada al público presente en el
CaixaForum de Zaragoza, sede de dicha semifinal.
“La gente que ha llegado a la semifinal es muy buena. Por mi parte, voy a intentar hacerlo lo mejor posible, pero en ningún momento me he planteado siquiera ganar”, explica a
Redacción Médica Isabel Iguacel, estudiante de Medicina en la
Universidad de Zaragoza y ‘trigraduada’ en
Enfermería, Psicología y Administración y dirección de empresas.
Salud y relaciones sociales, y fisiología, los temas elegidos
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Por su parte
Ignacio Crespo de la Universidad Católica de Valencia es reincidente en esta semifinal. Ya participó en la misma en la edición celebrada el año pasado en Bilbao. En aquel entonces los nervios del debutante le jugaron una mala pasada. “Este año me veo con más posibilidades, sin que suene prepotente. Estoy más calmado y conozco mejor el territorio al que me enfrento”, señala Crespo horas antes de presentar su monólogo que versará sobre la “fisiología del
Spoiler”, es decir
¿Por qué nos molesta tanto que nos destripen los finales?
“Mi monólogo es sobre fisiología, algo que se da en los primeros cursos de Medicina.
Quizás no exista tanto una relación entre lo que me han enseñado en clase y lo que cuento. Es más sobre lo que he tenido que buscar por mi cuenta. Es decir, hay que coger una base científica que hayas podido ver durante la carrera y llevarlo al día a día”, explica Crespo, que señala que lo más difícil de hacer un monólogo científico es
“saber diferenciar entre las bromas que le hacen gracia a un científico y las que le hacen gracia al público”.
En el caso de Iguacel, su monólogo hablará de Salud y relaciones sociales. En él ha intentado aglutinar todos los conocimientos que durante toda su etapa formativa ha ido recibiendo.
“He intentado mezclar todos los conocimientos que he aprendido en mi carrera académica, parte de salud, parte de psicología, y parte de dirección empresarial. En mezclar todos esos conocimientos creo que está el éxito”.
Espinita clavada
Tanto Isabel como Ignacio se conocen personalmente y, como con el resto de participantes, se apoyan mutuamente. Ambos tienen una cosa en común:
no se conforman. El sueño de Isabel desde un principio era
estudiar Medicina. Tuvo que estudiar Administración y dirección de empresas pero pronto se dio cuenta que eso no era lo suyo. Después estudió Enfermería para ver si acallaba el gusanillo de la Medicina, pero tampoco. Finalmente, ha logrado a
estudiar Medicina, como siempre ha querido.
En el caso de Ignacio Crespo viene de
hacer el examen MIR este año, con un resultado insuficiente para él. Eso no quiere decir que el sueño de convertirse en residente se haya acabado aquí. En estos momentos ya prepara el examen
MIR de 2019.
Obtengan el resultado que obtengan, la
Medicina no podría haber encontrado dos mejores representantes para defenderla desde el humor y el rigor ante el resto de ramas científicas.
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