Bianca Givenchi se está preparando para presentarse al examen MIR con 35 años.
Los sueños no tienen edad. Ese es el lema de
Bianca Givenchi, quien se está preparando el examen MIR con un único objetivo: conseguir especializarse en
Oncología Médica. Aunque a sus 35 años a veces le pesan psicológicamente si mira a sus compañeros, asegura que
le ha permitido adquirir conocimiento práctico que podrá aplicar en el momento del examen.
"La edad es solo un número, pero
lo que realmente cuenta son las ganas y el propósito para cumplir un sueño; el mío es hacer esta especialidad, aunque la consiga con 50 años", asegura en declaraciones a
Redacción Médica. Para alcanzar este objetivo, este año se está volviendo a preparar el examen
MIR, después de empezar con otras academias e incluso presentarse una vez
. Ahora mismo se encuentra en Oviedo con un intensivo por el que se ha mudado. Se siente "bastante sola", lo que llega a ser "improductivo" para su proceso.
La edad asegura no ser un obstáculo en España, aunque a veces le traiga consecuencias. "Psicológicamente a veces sí me afecta porque
veo a todos mis compañeros que tienen 25-26 años, están recién graduados y tienen conocimientos muy recientes. Entonces, en ocasiones, me influye en el estado de ánimo", comenta.
Por otra parte,
le ha permitido adquirir mucho conocimiento para los casos clínicos, lo que hace que se sienta "muy preparada". Su trayectoria profesional se divide entre España y Sudamérica, de donde es originaria. En Bolivia trabajó tres años en urgencias de
Atención Primaria (AP) y otros tres como médico otorgando certificados de hechos vitales (de defunción o de nacimiento). Además, durante dos años
fue la directora de un centro de Atención Primaria, lo que se convirtió en todo un reto para ella, pues se trataba de un centro de nivel. En nuestro país, por otra parte,
ha trabajado en distintos municipios de la provincia de Cádiz, como el Puerto de Santa María, San Fernando o Chiclana, en sanidad pública y privada, y en lugares tan diversos como ambulancias e incluso en playas. "Ese periodo fue muy positivo porque me ayuda bastante a entender muchas cosas en el ámbito de la oposición, como los medicamentos o las patologías más prevalentes dentro de España", detalla.
"Trabajar en Bolivia y España es una gran ventaja porque en simulacros me preguntan por patologías y tratamientos que he visto atendiendo en Urgencias"
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"Es una gran ventaja porque
en simulacros me preguntan por patologías y tratamientos que he visto atendiendo en Urgencias", ahonda. Este no es el único beneficio, pues está acostumbrada a la presión y a trabajar durante 48 o 72 horas. "El cansancio no me afecta para nada, intelectualmente menos porque
mi cerebro está como el de una niña de 20 años ahora mismo", defiende.
Volver a Bolivia tras especializarse
El camino hasta llegar a especializarse en España no ha sido fácil y el azar ha formado parte de él.
En 2020 llegó a Barcelona para conocer a su sobrina recién nacida. Al intentar volver se encontró con los vuelos cancelados a causa de la pandemia de covid. Esto le trastocó todos sus planes, que se centraban en estudiar y seguir trabajando, pero desde su país.
Fue entonces cuando decidió
empezar a prepararse el MIR. Después de pasar por varias academias, ahora se encuentra en Asturias con la intención de conseguir su plaza soñada el próximo 25 de enero. Una vez sea especialista,
su propósito es volver a Bolivia. "Estoy superagradecida con España porque he aprendido mucho, pero me gustaría regresar y trabajar en un hospital oncológico de referencia. Cuando fui directora lo visité y vi todas las carencias que había, por lo que
quiero volver y reforzar todo. Hay pocos oncólogos allí", concluye.
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