En busca de la calidad de vida de los MIR: "Que disfrutes y no te machaque"

El debate entre la vocación y la calidad de vida al elegir la especialidad MIR está más que 'trillado' en el sector de la Medicina, desde contextos informales como las redes sociales hasta entornos académicos como charlas o conferencias. Lo que quizá no siempre está tan claro es qué significa exactamente 'tener calidad de vida', puesto que las prioridades personales y profesionales de cada individuo varían considerablemente, y por tanto sus respectivos escenarios ideales no comparten el mismo 'decorado'.

En medio de una dualidad tan marcada, hay quienes creen que la clave está en los grises y que la pasión y la vocación por lo que haces puede llegar a ser el motor de una vida plena y de calidad. Este es, al menos, el razonamiento que siguen muchos residentes para decantarse por sus vacantes soñadas.

Elección MIR 2024 para tener calidad de vida

Andrea Fernández persigue una plaza en la especialidad de Neurología. "He priorizado la calidad de vida, porque para mí significa hacer aquello que te gusta", sostiene. Profundizando más en sus argumentos, considera que la razón de ser de este concepto al elegir vacante MIR es "el equilibrio entre estar en un hospital o una especialidad que disfrutes, pero que no te haga estar machacado o sufrir burnout en el primer mes de residencia". Otro criterio importante para ella es la posibilidad de "crecer profesionalmente" y encontrar un "buen ambiente en el que tenga opciones de seguir aprendiendo", recalca.

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"Calidad de vida es el equilibrio entre un hospital o especialidad que disfrutes, pero que no te haga estar machacado"

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Su compañero Eloy Fernández coincide en que la afinidad con la especialidad es el principal punto a tener en cuenta. En su caso, la Cardiología es la rama elegida, y aunque reconoce que "la calidad de vida puede ser mala con las guardias", considera que "es un todo", y que los momentos más complicados "serán bien recibidos dentro de lo que cabe". 

Plazas MIR 2024 con equilibrio entre pasión y ocio

Nuria Jiménez, por su parte, tiene una definición propia de 'calidad de vida' aplicada a la Medicina, que no es más que "tener tiempo para estar con tu familia y amigos más allá de las guardias, de equilibrarte y de descansar esas horas". No obstante, subraya que siempre "depende de la persona" y que la clave es "tener una vida social que compense todas las horas que se pasan en el hospital". Para tomar la decisión correcta, ve necesario dar "un salto de fe" ya que es prácticamente imposible conocer a la perfección los pros y contras de cada centro antes de ejercer en él.

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"La clave es tener una vida social que compense todas las horas que se pasan en el hospital"

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María Concepción considera que, por ese mismo motivo, es fundamental asistir a las jornadas de puertas abiertas MIR y "preguntar todo lo posible" para tomar la decisión más acertada. En su ecuación de calidad de vida entran cuestiones como el ambiente laboral o el tiempo para los hobbies que cada uno consiga destinar. "Hay que encontrar una mezcla entre aquello que te guste y te permita tener más vida fuera del hospital, porque no todo es trabajar", sostiene. Por tanto, la relación entre residentes, adjuntos y el resto de profesionales sanitarios será el motor que le motivará a elegir aquel servicio de Oftalmología que más le atraiga. "Si algo te hace feliz, todo lo demás va a 'cuajar'", concluye.