Candidatos en un aula del MIR
La recta final del
MIR 2025 ya está a la vuelta de la esquina y todo esfuerzo es poco para intentar conseguir una de
las 9.007 plazas ofertadas. Los repasos y últimos esfuerzos son costumbre en los candidatos y queda menos para enfrentarse a
la prueba a la que le han dedicado meses de trabajo. Por ello, desde
Redacción Médica hemos querido pedir
consejos al que fue número uno de su promoción en 2020, Daniel Vírseda.
Su caso, graduado por la Universidad Complutense de Madrid y con tradición familiar médica, le permite tener una perspectiva con la que señalar algunas virtudes y defectos que él paso el propio día del examen y los previos. “En primer lugar, el día antes preferiblemente,
recomiendo organizar todo el material y lo necesario para el
25 de enero. DNI, comidas, bolígrafos, lápices… Todo aquello que necesiten para estar lo más confiados posibles en la prueba”, comenta Vírseda recordando su paso por el examen para especialista en el que destaca que
"pasó hambre al ser
tantas horas".
Elementos clave durante el examen
Además, hace especial hincapié con
el DNI, elemento indispensable para poder acceder al MIR. “Los nervios pueden jugar malas pasadas y olvidar el documento nacional de identidad o llegar tarde puede suponer que la prueba finalice antes de empezar.
Sólo hay una llamada para entrar y no esperan a nadie”, apunta
número uno de 2020. Junto a ello, destaca otro de los factores traicioneros que pueden suceder durante el examen: poner en silencio o apagar el teléfono.
"Sólo hay una llamada para entrar y no esperan a nadie"
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“A mí no me ha pasado, pero conozco algún compañero que
le sonó el teléfono durante la prueba porque tenía una alarma precisamente en esa hora. Lo normal es que no pase nada, pero depende de las exigencias del examinador
puede tener un cierto peligro y, además, genera más nerviosismo y desconcentración de la que puede albergar un examen de estas características”, señala para contextualizar las situaciones que se pueden llegar a vivir dentro de las aulas.
Los días previos, como en los que se encuentran los candidatos en este momento, también son esenciales para aumentar las posibilidades de
éxito en la prueba. En ese sentido, Daniel confirma que "
es muy complicado seguir a pies juntillas las recomendaciones que ofrecen las academias", pero que lo ideal es seguir los consejos.
“El día de antes por ejemplo lo que
se recomienda es no estudiar y olvidarse de todo lo que tenga que ver con la Medicina. Yo y otros compañeros fuimos incapaces,
en mi caso terminé el estudio a las ocho de la tarde cuando asumí que hasta ahí había llegado, conozco a otros que terminaron a la hora de comer y se fueron al cine y otros
seguro que también repasaron hasta la noche”, relata Vírseda para explicar que cada persona es un mundo y cómo se puede llegar a actuar el último día.
La noche previa del MIR
“La noche de antes
dormí regular. Los nervios y el estrés de saber que el día decisivo había llegado no me dejaban conciliar el sueño, pero supongo que es normal. El mismo día del examen recomiendo
que cada uno siga los rituales y supersticiones a los que están acostumbrados, yo en ese momento escuchaba a una cantante reconocida y me ayudó a llegar más tranquilo al lugar de la prueba que es lo ideal en los instantes previos”, explica el número uno del
MIR de 2020.
"Lo ideal es llegar lo más tranquilo posible al examen, para ello que sigan rituales o suspersticiones, si las tienen"
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Por último y una vez adentrados los candidatos en el aula, es importante “escuchar y atender las
instrucciones para proceder en el examen”. “
Que vigilen y comprendan perfectamente cómo funciona el examen, aunque lo sepan y se hayan preparado
durante meses. Y, también,
especial atención a la hora de pasar las respuestas, no es el momento de cometer un error”, concluye Daniel Vírseda.
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