Jesús Millán Nuñez-Cortés, jefe de Docencia del Gregorio Marañón.
El
Hospital Gregorio Marañón de Madrid ha sido el centro más elegido entre los
400 primeros MIR de 2021. La mayoría de las adjudicaciones han sido para este centro asistencial donde
ya es seguro que se formarán al menos 35 de los mejores médicos internos residentes de esta promoción. Ante este escenario, el jefe de Estudios, presidente de la Comisión de Docencia y jefe de Servicio de Medicina Interna del centro,
Jesús Millán Nuñez-Cortés, explica a
Redacción Médica que reciben la noticia con mucha
“ilusión” y argumenta que la elección se debe a la
“tecnología, el humanismo y la investigación” que propicia el hospital madrileño a los nuevos R1.
En declaraciones a este medio, Millán manifiesta su alegría por la noticia. “El hospital universitario tiene una
vocación docente clara y un compromiso con la
formación de especialistas y por lo tanto, que nos elijan siempre es enormemente satisfactorio”, explica.
Formación asistencial
Al ser consultado sobre los puntos que más destaca a nivel formativo del centro asistencial, el especialista detalla que al ser un “gran hospital”, los futuros residentes tienen a su alcance
todos los recursos disponibles de todas las especialidades.
“Esto es determinante a la hora de elegirnos”, agrega. Además, destaca el alto nivel de formación y la
facilidad de encontrar trabajo: “La experiencia nos dice que los residentes que salen de aquí están bien formados y entran en el
mercado de trabajo de especialistas con bastante
facilidad”.
"Tenemos en el ADN un ejercicio humano de la Medicina"
Para el internista, sin embargo, el aspecto con más valor que tiene el Hospital Universitario Gregorio Marañón es su
“familiaridad”. “El trato que se les da a los residentes es algo muy destacable. Es verdad que los programas formativos los llevamos igual que los demás hospitales, pero lo más importante es que aquí
pretendemos formar una gran familia”, argumenta.
"Lo más importante es que aquí pretendemos formar una gran familia"
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En este contexto, Millán también resalta el factor humano que se vive en el hospital. “El poder estar en un gran centro asistencial que tiene a su alcance la mayor
complejidad tecnológica, pero al mismo tiempo tiene en su
ADN un ejercicio de la medicina muy humano, es lo que a los residentes les motiva para formarse aquí. Sumado a la gran cantidad de
investigación”, sentencia el especialista.
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