La extensión y la exigencia desmedida son los pilares que marcan la prueba de Formación Sanitaria Especializada

Aspirantes a la salida del examen MIR 2025, el más difícil de la historia
Jorge García Macarrón.


28 ene. 2025 13:00H
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Surgió un clamor entre los aspirantes al MIR 2025. Pese a los meses de trabajo, esfuerzo y constancia, la sensación tras salir de las aulas era que ni mucho menos se esperaban toparse con una prueba con tanta dificultad como la presenciada a lo largo y ancho del país en las diferentes aulas dispuestas por el Ministerio de Sanidad. La indignación se compartió al instante por redes sociales con una incógnita constante: ¿de qué sirve un examen tan complicado?

En un análisis ofrecido por Jorge García Macarrón, un profesor de la academia CTO con más de 20 años de experiencia en la preparación del MIR, se destacan los diferentes elementos por los que este es “el examen más difícil de toda la historia”. “Para empezar, debemos de tener en cuenta que esta prueba tiene muchos parámetros que la diferencian absolutamente de las ediciones anteriores”, introduce.

En primer lugar, la extensión es una de las piedras angulares para entender el porqué el examen del pasado sábado ha sido uno de los más exigentes, rozando lo “imposible”, de los últimos años. “Se trata de la prueba más extensa que recuerdo desde que imparto su formación”, asegura Macarrón. Para ello compara el MIR de 2021 con el actual, en el que hay más de tres páginas de diferencia entre ambos.

"Se trata de la prueba más extensa desde que imparto formación para el MIR"


La extensión y dificultad de la prueba, protagonistas 


La extensión del examen no reside tanto en el número de preguntas, que son 210, sino más bien en la cantidad de texto que han introducido en los enunciados. “Si debes de tratar de responder cada pregunta en aproximadamente dos minutos, es ridículo que tardes 40 segundos en leerla”, reflexiona Macarrón asegurando que el tiempo que tienen actualmente los aspirantes es mucho menor.

La dificultad de las preguntas es el segundo pilar por el que la exigencia de la prueba ha sido mucho más distinguida a la de otras convocatorias. Macarrón divide las preguntas en cinco niveles de dificultad, desde las preguntas más accesibles hasta aquellas que requieren de un conocimiento extraordinario para poder responderlas. En el punto medio, asegura, se encuentran las cuestiones que son verdaderamente discriminatorias. Es decir, aquellas que realmente sirven para evaluar los conocimientos de los aspirantes.

Sin embargo, este examen tan anómalo ha constado de 30 preguntas del rango más difícil que se podrían plasmar en el folio. “Este MIR tiene preguntas propias para especialistas, no para aspirantes que quieren cursar una”, afirma señalando que esa cantidad “es una barbaridad con la que la prueba pierde una gran capacidad de discriminación”. “Todas esas preguntas, en caso de responderlas, tienen la probabilidad de éxito del azar. Este examen está hecho para clínicos, no para personas que llevan años en una especialidad concreta”.

30 preguntas de máxima dificultad condenan a los aspirantes a depender del azar.



Macarrón critica el planteamiento del examen y su utilidad para conseguir la evaluación que se necesita. “Muchos opositores tienen la sensación de que de las preguntas no es posible sacar el conocimiento necesario. Y tienen razón. Habría que plantearse con más detenimiento el contenido del examen. Se deben de poner cuestiones difíciles que pueda responder un médico medio, que es el perfil mayoritario que se presenta a la prueba, pero no alcanzar la dificultad que se ha visto en este MIR 2025”.

30 preguntas de dificultad máxima es algo que yo no había visto nunca”, resalta anonadado con lo sucedido el pasado sábado. A nivel de ramas, el examen ha constado de las más comunes. A diferencia del año pasado, donde los bloques tenían más sorpresas, este ha seguido la línea de la normalidad. Con ello, las preguntas también han ido más ordenadas que en otras convocatorias, teniendo juntas las preguntas de cada una de las asignaturas. Pese a ello, Macarrón asegura que el nivel de dificultad reside más en los dos elementos analizados anteriormente.


"Demasiadas preguntas que exceden el conocimiento de la mayoría"



“Demasiadas preguntas que exceden el conocimiento de la mayoría, lo que le convierte en uno de los peores exámenes que he visto y seguramente en el más difícil de la historia”, concluye el profesor de CTO consolando a los aspirantes y señalando que “no se merecían enfrentarse a una prueba como la vivida el pasado sábado en las aulas dispuestas por el Ministerio de Sanidad”.
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