Maria Jesús Lamas, jefa de Farmacia del CHU de Santiago; Eduardo López Collazo, director de Idipaz; Olga Delgado, jefa de Farmacia de Son Espases, y Javier Milara, investigador de La Fe.
La carrera investigadora en la farmacia hospitalaria no es el camino más fácil ni el más popular, pero el valor que aporta a todo el sistema es insustituible. El II Encuentro de Farmacia Hospitalaria, celebrado en Toledo, ha acogido una charla-debate bajo el título de ‘Innovación e investigación traslacional en el ámbito de la farmacia hospitalaria’, en la que se ha puesto de relieve la importancia que tiene la producción científica para el sistema de salud y al mismo tiempo se han expresado las inquietudes y los desafíos de los farmacéuticos que apuestan por la carrera investigadora.
María Jesús Lamas, Eduardo López Collazo, Olga Delgado y Javier Milara.
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María Jesús Lamas, jefa del servicio de Farmacia del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago y directora de Investigación de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), ha abierto el debato haciendo un llamamiento a favor de reconocer mejor la carrera investigadora. Esa mejora del “reconocimiento” la han cifrado los ponentes en aspectos como la estabilidad laboral de los investigadores y también en la necesidad de conseguir que las unidades de investigación en Farmacia Hospitalaria vendan más patentes o consigan un retorno de la inversión.
En ese sentido, Olga Delgado, jefa del servicio de Farmacia Hospitalaria de Son Espases, ha mencionado la importancia de la colaboración público-privada, que abre oportunidades de negocio donde se puede obtener un retorno de la inversión en investigación. Para Delgado la innovación tiene que ver con la creatividad y con crear un entorno que la favorezca.
Entre las ideas para rentabilizar la investigación, Delgado ha destacado la importancia de que los farmacéuticos aprendan a escribir artículos científicos. “Podemos plantearnos la rotación de residentes de farmacia por centros de investigación como el Idispa”, ha expresado.
Las dificultades de la carrera investigadora en Farmacia Hospitalaria
Sobre los problemas que afrontan los investigadores ha hablado Javier Milara, farmacéutico adjunto del Hospital Universitario de Valencia, y con una destacada carrera investigadora en el Servicio Nacional de Salud, que incluye un contrato Rey Hortega. Milara cree, para empezar, que los programas auspiciados por el Instituto de Investigación Carlos III deberían ser más homogéneos.
Eduardo López Collazo.
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Olga Delgado.
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En segundo lugar, el investigador ha recordado que los baremos de las oposiciones no tienen en cuenta la carrera investigadora. “El sistema está diciendo que necesita investigadores, pero después fallan estas cosas”, ha señalado, recordando además que los farmacéuticos no cobran lo mismo que los médicos, “por hacer la misma investigación”.
En este contexto, Delgado ha explicado sus problemas para retener el talento. “Los pocos investigadores que tenía en el servicio se han ido. Era gente con plaza y se han ido. Por ejemplo, a Ginebra”.
Pese a eso, Milara tiene claro que merece la pena la investigación, tanto para el profesional como para el servicio en el que trabaja. “Cambia la visión a la hora de afrontar cualquier tratamiento”, ha dicho.
Patentes: pocas pero de calidad
En cuanto al bajo nivel de producción de patentes de los servicios de Farmacia, Eduardo López Collazo, director del Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital Universitario La Paz (Idipaz) ha recordado que no es necesario patentar para investigar, ya que las patentes son caras y no tiene sentido mantenerlas si no se comercializa.
“Lo que compensa es patentar bien. El Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) solo patenta una o dos cosas al año, pero son muy buenas patentes”, ha explicado López Collazo, recordando además que hay gente formada en orientar que es una buena patente.
Javier Milara.
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María Jesús Lamas.
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Lamas se ha mostrado de acuerdo en la idea de que “si uno patenta algo y no tiene retorno es una inversión fallida”, pero ha apelado a que no toda la investigación busque el beneficio inmediato y a que se preste atención a la ciencia básica en la Farmacia Hospitalaria.
En este punto, ha contado con el apoyo de Collazo, quien ha centrado el tema de la investigación traslacional, situándola a mitad de camino entre la básica y la clínica, que es la que tradicionalmente han hecho los hospitales y en concreto sus servicios de farmacia. Entre las razones para que un hospital apueste por mover su capacidad investigadora hacia la ciencia traslacional o incluso hacia la ciencia básica ha destacado la mejora en la capacidad de respuesta de los hospitales ante los nuevos desafíos.
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