El vicepresidente del Cgcof, Jordi de Dalmases.
La
incidencia de la gripe no deja de aumentar en España. Las bajas temperaturas y la estancia en espacios cerrados aceleran la transmisión de esta patología, además de la de otros males respiratorios como el Covid-19. Ante este escenario,
la vacunación es la mejor solución, ya que, al menos, ayuda a
evitar el desarrollo de un cuadro sintomático grave. Motivo por el que los centros sanitarios vuelven a recibir la visita de centenares de personas en búsqueda de la inoculación. En ocasiones, el volumen de pacientes supera la capacidad de los profesionales del Sistema Nacional de Salud (SNS), lo que genera esperas y sobrecarga de trabajo. Para esquivar esta situación, varios países europeos consienten
administrar este tratamiento en las oficinas de Farmacia. Función que se intuye
lejana en España.
De momento, el
Ministerio de Sanidad no ha movido ficha respecto a este asunto. Tampoco lo hace el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (Cgcof). "No es un tema que hayamos pedido", ha indicado el vicepresidente del organismo colegial, Jordi de Dalmases, a Redacción Médica. "Ahora mismo lo importante es conocer cuáles son las necesidades reales en España y responder a las mismas con todos los profesionales y estructuras sanitarias disponibles", ha añadido.
En este sentido, la entidad apuesta por aprovechar "el potencial del farmacéutico y la oficina de Farmacia"-al tratarse del servicio más cercano y accesible a los ciudadanos- para
elevar los índices de vacunación. Eso sí, más que a través de la administración, De Dalmases ha abogado por convertir a las boticas en punto de
divulgación de la importancia de recibir inmunización. "Es importante que se lleve a cabo una educación activa, que desmienta bulos y dirige a la población hacia los centros sanitarios para la inoculación", ha explicado.
"No es un tema que hayamos pedido", ha reconocido De Dalmases
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Así, los farmacéuticos comunitarios de
Castilla y León pueden detectar a grupos de riesgo a través del sistema de receta electrónica y derivarlos a puntos de vacunación. Una iniciativa repetida en Aragón y Cataluña. Además, los
Colegios Oficiales de Andalucía y Zaragoza administran la dosis contra la gripe a los profesionales del sector. En el caso de la institución aragonesa, su espectro de pacientes abarca al conjunto de los sanitarios, por lo que se incluyen también médicos, enfermeras, fisioterapeutas o podólogos.
Inexistencia de la competencia vacunadora
De momento, los farmacéuticos
no están capacitados en términos legales para la inoculación. La normativa española no recoge dicha competencia para estos miembros del ámbito sanitario y la mayoría de comunidades autónomas tan solo permite la administración de tratamientos a las enfermeras previa prescripción médica. Asimismo, esta se debe realizar en centros habilitados o instalaciones sanitarias. Las boticas no entran.
Pese a la existencia de casos puntuales en los que titulados de Farmacia se vacunan entre sí, la regulación deja fuera de la ecuación a este gremio del campo de salud. Sin embargo, existen voces que solicitan la dotación de esta función a estos profesionales. Por ejemplo, el Colegio Oficial de Madrid (COFM)
pone en valor la condición de expertos del medicamento, lo que les convierte en conocedores de la dosificación de las sustancias o las interacciones entre las distintas vacunas. El propio presidente del Cgcof, Jesús Aguilar, ha puntualizado que los trabajadores que representa
"están preparados” para el mencionado atributo competencial.
No parece que vaya a haber
cambios respecto a este asunto en los próximos meses. Tan siquiera
el anteproyecto del borrador de la Ley del medicamento cuenta con ninguna mención a la aptitud farmacéutica de vacunación.
Los farmacéuticos de más de 15 países pueden vacunar
La situación de España no es la misma que la del resto del mundo. Fuera de nuestras fronteras, existen países en lo que los farmacéuticos están autorizados para la administración de inoculaciones contra la gripe o el Covid-19 en sus propias oficinas. Una quincena se encuentra en suelo europeo:
Bélgica, Dinamarca, Francia, Alemania, Grecia -solo gripe-,
Irlanda, Italia, Letonia -solo Covid-19-,
Luxemburgo, Polonia, Portugal, Noruega, Rumania -solo gripe-,
Suiza y Reino Unido. Además, Dinamarca, Francia, Grecia, Irlanda, Italia, Noruega, Portugal, Suiza y el Reino Unido permiten a estos profesionales inyectar soluciones contra el herpes zóster, la difteria, el tétanos, la tos ferina o el cólera.
"La vacunación en oficinas de Farmacia está autorizada en 15 países europeos"
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Más allá de Europa,
Canadá o
Estados Unidos otorgan dicha competencia a sus farmacéuticos en determinadas ocasiones. La experiencia en estos dos países es recogida por la Federación Internacional de Farmacia (FIP), que resalta la importancia de la figura del farmacéutico en la inmunización de la población, al ser el primer profesional al que acude para buscar consejo, dada su accesibilidad.
Caída de los índices de vacunación
La posibilidad de vacunar en oficinas de Farmacia se convierte en una tendencia en expansión ante
la caída de los índices de inmunización ante la gripe. "Es un reto en todos los países porque, a pesar de sucesivas campañas de sensibilización, no solo no se consiguen elevar la proporción de vacunación; lo que es peor, las cifras indican que
está descendiendo", ha lamentado De Dalmases
España es uno de los países con las tasas más altas, al haber recibido la dosis
el 65 por ciento de la población diana. Pero, este porcentaje se encuentra lejos del 75 por ciento marcado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Razón por la que el colectivo farmacéutico seguirá trabajando. "Elevar el número de vacunados contribuye a minimizar la incidencia e incluso erradicar algunas enfermedades", ha sentenciado el vicepresidente del Cgcof. Eso sí, la sensibilización será prioritaria a la conversión de las oficinas en centros de administración.
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