Redacción. Madrid
Científicos del Kaiser Permanente Walnut Creek Medical Center, en California (Estados Unidos), aseguran que el uso de inyecciones epidurales de corticoides, alternativa a la cirugía para aliviar el dolor de espalda, puede estar relacionado con un mayor riesgo de padecer sangrado vaginal anormal.
Según informan los autores de este estudio en el 'American Journal of Obstetrics and Gynecology', esta alternativa terapéutica "es eficaz cuando se aplica en pacientes concretos" y su uso ha aumentado en los últimos años. Sin embargo, aún existen pocos datos sobre los posibles efectos adversos que puede causar esta terapia, lo que llevó al investigador James L. Mura y su equipo a buscar nuevas evidencias.
Para ello, examinaron retrospectivamente información de 8.166 intervenciones realizadas en 2011 a 6.926 mujeres, de las que ninguna se había sometido a una histerectomía.
En el 2,5 por ciento de esos procedimientos (201), las mujeres debieron realizar por lo menos una consulta ambulatoria posterior por un sangrado vaginal anormal. En los 60 días posteriores a la aplicación, las mujeres eran 2,8 veces más propensas a padecer ese efecto adverso que en los 60 días previos al procedimiento.
El 70 por ciento de esas mujeres era premenopáusica y el 30 por ciento restante era postmenopáusica. A 103 mujeres se les realizó una biopsia endometrial por el sangrado, con resultados benignos en las 59 mujeres premenopáusicas y en todas, excepto dos, mujeres postmenopáusicas.
El equipo analizó también la información de otro grupo de mujeres de la misma edad (grupo control) con dolor de espalda bajo que no recibió estas inyecciones. En ellas, la tasa de sangrado vaginal no varió antes y después de recibir atención médica.
Los autores concluyen que los resultados revelan la necesidad de contar con más estudios sobre "si existe una relación similar con el sangrado y otro tipo de corticoides inyectables, como los de uso articular, que son aun más comunes, para conocer los mecanismos por los que causan sangrado anormal".