Los farmacéuticos han tenido que responder a peticiones del todo surrealistas en su lugar de trabajo

"Neopreno", "recárgame el móvil" y otras cosas que piden al farmacéutico
En muchas ocasiones, los lapsus verbales son la causa de las peticiones raras.


20 ene. 2019 12:05H
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POR BORJA NEGRETE
Hay quien confunde la farmacia con el bolsillo de Doraemon o con el genio de la lámpara, es decir, con un lugar mágico donde cualquier cosa que pidas o necesites se hace realidad. Fe de ello dan numerosos farmacéuticos con los que ha contactado Redacción Médica y que aseguran que en una farmacia, la gente pide de todo. 

Dinero, plantas para rendir sexualmente y anticonceptivos intravenosos, entre las peticiones más raras



A Manuel Pérez, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Sevilla, le llegaron a pedir ser testigo de la firma de una herencia por parte de dos clientes habituales, aunque en este caso, la petición le alegró. "Eran dos personas habituales de la farmacia. El día que me pidieron que fuese el testigo de la herencia que iban a firmar me lo tomé con mucha ilusión. Este oficio tiene una cara humana muy potente", explica. 

No obstante, no siempre las peticiones han sido tan placenteras. "En una ocasión, un cliente me pidió una aguja para coser", asegura Pérez. Por lo menos no le ocurrió como a Adrián González Villeta, farmacéutico madrileño, al que le preguntaron "si se podía cargar el bono de transporte" en su farmacia. 

"No es el único caso extraño. También me han pedido recargar la tarjeta del móvil, gafas de bucear o artilugios de playa. Y eso que estamos en Madrid", cuenta. De hecho, hubo una vez que un cliente le pidió veneno: "Entro un señor preguntando si teníamos veneno. Le respondí que como no se refiera a matamosquistos, poco veneno teníamos. Resulta que lo que quería era un veneno para ratas". 

Por pedir, a Isidro le han pedido hasta "dinero". Pero no solo eso, también "pilas, plantas para rendir sexualmente y anticonceptivos intravenosos, que en España no se comercian". 

Lapsus verbales


En otras ocasiones, los farmacéuticos reciben extrañas peticiones, pero por culpa de lapsus verbales. Juan Pedro Vaquero, farmacéutico de Sevilla, ha sido testigo de muchos casos así y ha hecho una recopilación de los mismos. Su experiencia demuestra que para ser un buen farmacéutico también hay que saber de idiomas
  • Aceite de alfombra/aceite de moqueta: aceite de rosa mosqueta. 
  • Colutorio: locutorio.
  • Amoxicilina volcánica: amoxicilina clavulánico. 
  • Gotas humeantes: gotas humectantes.
  • Pastillas de neopreno: ibuprofeno.
  • Algo para triciclos: algo para los triglicéridos.
  • Crema de Miguel: voltaren en gel. 
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