Jaime Acosta.
11 jun. 2021 16:10H
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Un español integrará por primera vez un Consejo Asesor de la célebre Royal Pharmaceutical Society, la organización profesional que sustenta y apoya la profesión farmacéutica en Reino Unido. Se trata de Jaime Acosta, quien se convertirá en el único miembro no británico del equipo de expertos en Farmacia Digital. El que fuera también miembro del Colegio Oficial de Farmacéuticos y de la Federación Internacional de Farmacéuticos asegura que afronta esta nueva responsabilidad con la intención de que el sector siga avanzando en la estrategia tecnológica.
¿Qué ha significado para usted este nombramiento?
Primero, una sorpresa. La Royal Pharmaceutical Society tiene muchísimo prestigio, somos 15 miembros y estoy seguro de que candidatos no faltaban. Además, no sé si el hecho de no ser británico era un hándicap o al revés. En todo caso, estoy muy contento de que me hayan llamado para formar parte del comité experiencia de aprendizaje.
¿Qué representa exactamente esta sociedad y cuál será su papel en ella?
Es una asociación profesional muy antigua y de mucho prestigio internacional que representa a la Farmacia en Gran Bretaña, el equivalente al Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos. Hace algunos años pedí la membresía precisamente por la información tan rigurosa que elaboran en cuanto a medicamentos y también por su formación. Aunque no ejerzo en Reino Unido, me pareció muy interesante formar parte de esta organización. El comité es una estructura bastante compleja, tiene varios órganos consultivos y uno de ellos de recentísima creación: el grupo de expertos en Farmacia digital. En principio, esta es la estructura sobre la que se va a crear toda la estrategia digital, importantísima en ámbitos como la Farmacia comunitaria, clínica y hospitalaria, la docencia, la industria… Estoy encantado.
¿Qué espera de este nombramiento? ¿Qué sello quiere dejar en la organización?
Lo principal es ayudar a que la Farmacia avance, que es mi vocación. Poner mis mejores capacidades y mi mejor voluntad para ello. Lo he hecho desde que empecé hace ya mucho tiempo en el Colegio Oficial de Farmacéuticos y luego en la federación internacional farmacéutica y en Hefame.
Se ha convertido en la única persona no británica que forma parte de este Comité, la primera española además. Un dato que da buena cuenta de la dificultad de acceder a esta entidad.
No sé si es un hándicap o no. Yo tengo conocimiento sobre cómo es la Farmacia en Reino Unido, que en cuanto a servicios es un poco más avanzada respecto a la mayoría de países. Es verdad algún detalle se me va a escapar necesariamente, pero creo que ha tenido que ver más mi conocimiento sobre Farmacia digital e innovación. Por ejemplo, formo parte de una estructura que se está creando en la Federación Internacional de Farmacéuticos para ayudar a profesores a incluir contenido en Farmacia digital en las facultades.
¿Qué diferencias existen respecto al Colegio Oficial de Farmacéuticos español?
Ambas son entidades muy rigurosas, y el trabajo que realizan es parecido. La diferencia más importante es que la membresía de la Royal es voluntaria, al contrario que en España. Esto hace que la aproximación a los miembros sea un poco distinta, porque en Reino Unido la entidad central es la que más se relaciona con farmacéuticos ejercientes, mientras que en España esa labor la hacen más los Colegios provinciales. El Consejo General da apoyo a toda la profesión, pero la colaboración con el farmacéutico final llega más con los Colegios.
¿Qué destacaría del sistema farmacéutico en Reino Unido?
Tiene diferencias que no son necesariamente positivas ni negativas. El modelo sanitario inglés tiene la circunstancia de que los comités locales tienen mucha más responsabilidad sobre la gestión del presupuesto sanitario y mucha más libertad a la hora de concertar determinados servicios sanitarios. Esto ha hecho que las farmacias en Reino Unido pujen con el resto de profesionales sanitarios por la prestación de determinados servicios de mucha calidad y más eficientes. Esto ha hecho que se desarrolle una cartera de servicios variadísima, mientras que aquí en España dependemos más de la dispensación. También la relación con otros profesionales sanitarios es un poco más estrecha.
¿Y respecto a la Salud Digital?
Quizá la práctica en Reino Unido sea un poco más innovadora. En España tenemos los mejores mimbres a la hora de prestar servicios digitales, como por ejemplo la receta electrónica. Es uno de los países más avanzados del mundo en cuanto a autopistas de información que conectan las farmacias con servicios de Salud y con las autoridades sanitarias. Sin embargo, esta capacidad no ha sido explotada, y ha terminado siendo más una herramienta electrónica administrativa. No nos aporta tanto como debería.
¿Qué va a trasladar de España a esta sociedad?
No creo que me busquen por aportar cuestiones nacionales, sino más bien por mi conocimiento del ejercicio de Farmacia comunitaria. Quizá también un poco por las bondades que tiene el modelo Farmacéutico español, puesto que en Reino Unido el mercado está muy regulado en cuanto a normativa sobre medicamentos. Son bondades exportables, pero en este caso no creo que me busquen por eso sino por otras capacidades.
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