Dolores Iturgoyen Fuentes y Maite Pozas, farmacéutica adjunta del Servicio de Farmacia y jefa del Servicio de Farmacia Hospitalaria del Hospital Niño Jesús, respectivamente.
El sistema de
utilización de los medicamentos es un proceso complejo que produce
errores de medicación (EM). En este sentido, se ha determinado que hasta el 60 por ciento de estos EM se realiza durante las transiciones asistenciales, establecidas como puntos críticos para la seguridad de los
pacientes pediátricos. Por este motivo, el Hospital Niño Jesús de Madrid lidera un proyecto de conciliación de medicación en la población pediátrica en el ingreso al hospital para evitar esos EM. Según explica la investigadora principal,
Dolores Iturgoyen Fuentes, farmacéutica adjunta del Servicio de Farmacia Hospitalaria del Niño Jesús, en declaraciones a
Redacción Médica, "el objetivo es hacer una guía de conciliación de medicación en la población pediátrica y que esta se implante en todos los hospitales pediátricos españoles".
Para poder llevar a cabo el proyecto, la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (
SEFH) ha concedido una beca a 11 hospitales españoles que cuentan con el S
ervicio de Pediatría. Gracias a esta, "los distintos investigadores de los centros hospitalarios han valorado el estudio de forma positiva y ya han visto
beneficios claros para el paciente", según señala Iturgoyen Fuentes.
Hasta ahora, este proceso de conciliación "solo se lleva a cabo en adultos y ancianos y no en los niños", apunta Iturgoyen Fuentes. Además, señala
cuatro puntos críticos que se dan
en la población pediátrica a la hora del ingreso al hospital: "Fragmentación de la información, falta de comunicación eficaz de la medicación del paciente, descoordinación entre los profesionales de un mismo hospital o de diferentes centros y el tipo de pacientes que ingresan, como pueden ser los crónicos complejos con pluripatologías y con plurimedicación, lo cual incrementa el riesgo".
Por todo ello, Iturgoyen Fuentes alerta de "la necesidad de implementar esta
guía de conciliación de medicación para mejorar la seguridad del paciente en las atenciones asistenciales ya que, en muchas ocasiones, se deja de lado por la carga asistencial que tiene el hospital en ese momento". A este respecto, la farmacéutica añade que "una de las novedades que se han incorporado en este proyecto son las
entrevistas a los padres o cuidadores del menor, un punto muy importante donde también se han detectado muchos
errores de medicación".
El farmacéutico hospitalario en la conciliación de la medicación
En el momento del ingreso del menor en el hospital, "se debe hacer
la conciliación dentro de las primeras 24 horas", apunta
Maite Pozas, jefa del Servicio de Farmacia Hospitalaria del Niño Jesús. En esas primeras horas, "lo primero que se hace es consultar a las diferentes fuentes de información sobre la
farmacoterapia del paciente, ya sea a través de informes de hospitalización previos o, en caso de que el paciente pertenezca a la Comunidad de Madrid, se puede acceder al registro de recetas activas de Atención Primaria".
Maite Pozas: "El principal problema en la conciliación de la medicación es la fragmentación de la información"
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Sin embargo, según Pozas, "el principal problema es la
fragmentación de la información, a lo que añadiría que, en muchas ocasiones, esa información está incompleta". Ante esta problemática, Pozas subraya que "es muy importante que los profesionales sanitarios (médicos de Atención Primaria y todos los demás especialistas) estén involucrados para fusionar esa información y obtener lo que denominamos 'mejor historia farmacoterapéutica posible' (listado de medicación). Tras este historial, "los farmacéuticos hospitalarios confirmamos toda esa información con el paciente durante la entrevista".
Una vez realizado todos esos pasos, "el farmacéutico de hospital compara ese
listado de medicación con la medicación que se le prescribe al paciente en la orden médica de ingreso y busca discrepancias entre ambos", detalla Pozas. En caso de que se detecten discrepancias, "desde el Servicio de
Farmacia Hospitalaria se ponen en contacto con el médico para comprobar si esas diferencias de medicación son intencionadas o no. Si el médico confirma que no son intencionadas, aparece el
error de conciliación y es ahí donde el farmacéutico hospitalario impide que se lleve a cabo ese EM y asegurar la seguridad del paciente", concluye.
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