El uso de antivirales covid agrava la contaminación farmacéutica

A pesar de que el uso de fármacos aporta enormes beneficios a la salud humana y animal, también ha provocado "un aumento de la contaminación farmacéutica de los ecosistemas en todo el mundo". Así lo explica el científico e investigador Gorka Orive, profesor de Farmacia de la Universidad del País Vasco en un estudio sobre 'Farmacia Verde', publicado en en la revista Science. De hecho, asegura que "esta contaminación se ve agravada por las epidemias y las pandemias, sobre todo la recientemente vivida del Covid-19".

Tal y como detalla el estudio, hasta la fecha, "el 88 por ciento de los fármacos dirigidos a las proteínas humanas carecen de datos completos sobre su toxicidad ambiental". Además, "los virus desempeñan un papel importante en la regulación de los procesos de los ecosistemas, pero el impacto potencial de los antivirales aún no se ha estudiado en profundidad, a pesar de la amplia contaminación del agua dulce con estas sustancias. Esto es apremiante porque el consumo de antivirales ha aumentado enormemente debido a la pandemia de Covid-19", señala Orive.

Tanto es así que, según Orive, "el aumento de la contaminación derivada de la producción y el consumo de productos químicos sintéticos supera ya a todos los demás perturbadores del medio ambiente (por ejemplo, el aumento de las emisiones de dióxido de carbono)". Los seres humanos consumen más productos farmacéuticos que nunca: "en 2020, el volumen de medicamentos utilizados en todo el mundo alcanzó los 4,5 billones de dosis, y el consumo sigue aumentando". Además, "los fármacos también se administran a una amplia gama de ganado y animales de compañía".

Las epidemias y las pandemias han agravado esta situación ya que inducen grandes picos de medicamentos en los ecosistemas acuáticos que reciben aguas residuales, lo que da lugar a un aumento de la contaminación, lo que provoca impactos ecológicos desconocidos.

Atención especial a la contaminación farmacéutica

A pesar de las crecientes pruebas de los efectos potencialmente generalizados, "la contaminación farmacéutica no ha recibido la atención que merece", añade Orive. En este sentido, "aunque hay indicios de que esto podría estar cambiando -por ejemplo, en Europa, donde el 'Green Deal' que se compromete a abordar los retos relacionados con el clima y el medio ambiente, ha prestado atención a la contaminación farmacéutica, aún queda mucho por comprender".

Según señala Orive, "la investigación del impacto ecológico de los picos temporales de medicamentos en las aguas superficiales ha sido limitada, lo que significa que se desconocen los efectos ambientales del aumento del consumo de productos farmacéuticos durante la pandemia de Covid-19".

Hasta la fecha, "la mayor parte de la atención sobre los efectos ecológicos de los productos farmacéuticos se ha centrado en los compuestos que alteran el sistema endocrino (que imitan, bloquean o interfieren en la señalización hormonal) y en el uso excesivo y el consiguiente desarrollo de resistencia a los antibióticos". Aunque esto es de enorme importancia para el medio ambiente y la salud humana, "el impacto ecológico de la mayoría de los demás fármacos sigue siendo desconocido, especialmente en el marco de los complejos ecosistemas naturales".

La concienciación sobre los impactos ambientales de los de los fármacos podría tener efectos imprevistos en la sociedad, como la reticencia a tomar medicamentos, la culpa de hacerlo, y el aumento de la desconfianza y el resentimiento, no sólo hacia la industria farmacéutica, sino de la farmacoterapia en general.

Sin embargo, aunque existan conflictos de intereses, "es posible limitar las consecuencias negativas de los de los productos farmacéuticos y, al mismo tiempo, permitir que la sociedad se beneficie. Ha llegado el momento de de hacer realidad la farmacoterapia verde", concluye Orive.