Dejar la investigación académica de lado para "exprimir" la innovación

Apostar por la investigación ‘de kleenex’, de usar y tirar. Parece contraintuitivo, pero Fernando Gutiérrez Nicolás, jefe de la Unidad de Investigación del Complejo Hospitalario Universitario de Canarias (CHUC), lo ve como la vía para “exprimir al máximo la potencia de las innovaciones terapéuticas”.

En el marco del 65 Congreso de la SEFH, el farmacéutico ha disertado sobre el medicamento del futuro, un concepto que parece muy etéreo pero que enseguida lo baja a la tierra. No se trata tanto del medicamento en sí sino de aprovechar todo su poder a través de la investigación real, aplicada, que permita conocer exactamente a quién y cómo beneficia.

“Hay que dejar la investigación académica de lado, los hospitales deben enfocarse en resolver problemas de lo que nos encontramos diariamente”, explica, consciente de que hace falta un “gran cambio de mentalidad” para hacer esto realidad.

Apostar por la sencillez en la investigación

El problema es que la financiación de las investigaciones se basa en el currículum, y este se basa en la publicación en revistas de alto impacto pero que olvida el día a día del hospital.

“Las grandes investigaciones están generadas sobre líneas muy consolidadas, que profundizan en un tema y son complejas: a los investigadores nos gusta hacer investigación compleja, pero eso está totalmente reñido con la efectividad”. Frente a esa complejidad, Gutiérrez Nicolás apuesta por la sencillez.

Estudios centrados en el día a día, en el aprovechamiento máximo de las innovaciones terapéuticas. Es hacia lo que deberían enfocarse las sociedades científicas, pero para lograr ese cambio de mentalidad hace falta un trabajo “de abajo hacia arriba, que parta de las bases; al revés es imposible”.

El farmacéutico, idóneo para la investigación 'real'

El farmacéutico de hospital, además, es el ideal para involucrarse en estos estudios de bajo alcance pero centrados en obtener los mejores resultados. “La Farmacia es potente, la Farmacología, la tecnología farmacéutica… Empecemos a aplicar esos conocimientos en los resultados en salud”.

Además, “tenemos una ventaja enorme, y es que nuestra visión es más amplia que la de un médico especialista. La Farmacia es transversal y las mejoras observadas en un área terapéutica nos permitirán poder aplicarlas en otra”, sostiene el farmacéutico. En una era de creciente complejidad en el entorno sanitario y la investigación, apostar por la sencillez puede ser revolucionario.