La Directora de Proyectos Académicos y profesora de CTO, Cristina Sánchez.
La fecha del
examen MIR, el 20 de enero, ya está marcada en el calendario de todos los médicos que quieren acceder a una especialidad. El reloj no deja de correr y tan
solo quedan cuatro meses para que estos estudiantes se enfrenten a uno de los momentos “más duros y difíciles” de su carrera laboral. El proceso hasta llegar a esta prueba no es un ‘camino de rosas’, y los
miedos e inseguridades florecen dentro de unas cabezas en las que se libran “auténticas guerras psicológicas contra uno mismo” y donde la
organización del temario y
la gestión de las horas de estudio adquieren un papel fundamental para conseguir alcanzar su meta:
acceder a la rama de sus sueños.
En este sentido, algunos aspirantes han compartido en
Twitter las
horas diarias que dedican a sus estudios y donde, en algunos casos, las jornadas están cerca de lo ‘inhumano’. Unos números que varios
médicos escépticos no se han creído y que han desacreditado con mensajes en
tono irónico.
"Sí, seguro que hay que estudiar
78 horas a la semana. De 6 a 22 horas cada día con dos descansos de 30 minutos y dos horas para comer. Aquí
nadie engaña a nadie. Si estás opositando y no estudias más de 40 horas a la semana no te preocupes, tú ni caso a estos ‘iluminados’ llenos de disciplina y anfetas. Ve a tus tiempos y a tu ritmo”, ha respondido uno de ellos.
El horario idóneo para prepararse el examen MIR
Para conocer si estas largas jornadas son producentes y descubrir la mejor
forma de organizarse de cara al examen MIR,
Redacción Médica se ha puesto en contacto con la Directora de Proyectos Académicos y profesora de CTO,
Cristina Sánchez, quien ha reconocido que la prueba es una “carrera de fondo” y que cada médico tiene que medir sus propias capacidades “para no quemarse demasiado pronto”.
“El número de horas que tienen que estudiar varía en función del momento de la preparación. Pero, de media, podríamos decir que aproximadamente deberían hacer
ocho horas al comienzo y, en la
recta final, entre 12 y 14 horas”, ha reconocido.
Claves para superar el examen MIR
Cada opositor es un mundo y no hay un “mejor momento” señalado donde su estudio vaya a ser más productivo. Esto más bien es una decisión personal de cada uno. Lo que sí hay que tener en cuenta, según ha explicado Sánchez, es ser conscientes de la importancia de ser ordenados. “Tienen que tener en cuenta que hay un mañana y que tienen que estar igual de frescos que hoy”, ha incidido
.
Para llevar a cabo esta organización, las
horas a las que se empiece a estudiar “siempre” tienen que ser las mismas y se tienen que
respetar los descansos, evitando “atracones” de temario como los que realizan los universitarios en época de exámenes.
“Los descansos son sagrados. Este durísimo ejercicio es una carrera de fondo en el que, si queremos correr demasiado pronto, nos podemos quedar sin fuerzas para el ‘sprint’ final. Nosotros recomendamos
descansar completamente los domingos ya que se acopla al de los familiares y amigos que no hacen el MIR y se puede disfrutar de un ambiente no académico. De hecho, es común escuchar la palabra ‘doMIRgo’ entre muchos de nuestros estudiantes”, ha explicado.
Los mejores lugares para prepararse el examen MIR
La preparación del examen MIR, en palabras de Sánchez, es una “autentica
guerra psicológica” contra uno mismo y en donde el estudiante tiene que estar “perfecto” desde el minuto uno hasta el día de la prueba. Por ello, es importante encontrar un lugar idóneo de estudio que les permita obtener la
máxima concentración y que
evite las distracciones.
“Este sitio dependerá de cada opositor. Hay quien prefiere la biblioteca y otros su casa. Existen estudiantes de Medicina que se van a estudiar a otra ciudad y para la preparación prefieren volver a su hogar. Además, el
apoyo familiar es fundamental, por lo que conviene tener a los tuyos cerca ya que deberán tener un grado de comprensión muy elevado con el opositor”, ha detallado.
"Estudiar la Medicina entera es una tarea demasiado ardua, rozando lo imposible si no se tiene una orientación adecuada"
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Una de las
grandes dificultades que tiene el examen MIR es que, a diferencia de otras oposiciones,
no hay un temario. A juicio de Sánchez, estudiar la Medicina "entera" es una tarea “demasiado ardua, rozando lo imposible sin una orientación adecuada”.
“Por esta razón y para garantizar que los facultativos sean capaces de
retener toda la información, nuestra formación se basa en el
método de las vueltas, que consiste en revisar cuatro veces toda la materia. Cada una de ellas tiene sus particularidades, siendo la última repetición la más corta por ser la más cercana a la prueba. Este método es el que ha demostrado ser más eficaz”, ha asegurado.
Formas de afrontar el miedo y el estrés por la prueba MIR
La
ansiedad y el estrés son sentimientos comunes entre los médicos que estudian la preparatoria y, cuanto más cerca del examen están, más se incrementan. Para sobrellevar estas emociones, según ha subrayado Sánchez, las claves son: la
confianza en uno mismo, hacer un buen uso de los descansos y
rodearte de los seres queridos.
“Esta prueba es, probablemente, la más dura a la que se enfrenta un médico en su vida. Hay que tener en cuenta que los estudiantes de Medicina son la élite. El grado de autoexigencia es altísimo por lo que tienen la buena costumbre de intentar abarcar siempre un poco más y eso hace que, a veces, haya una falta de confianza en el preparador que les indica lo que tienen que estudiar, y que les puede llevar al fracaso. No tienen que caer en la tentación del perfeccionismo ineficaz que hostiga a los médicos”, ha recomendado
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