Estudiantes en una biblioteca.
17 ago. 2024 10:00H
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El primer año en la universidad suele ser muy duro para los nuevos estudiantes. Muchos cambian de ciudad y se tienen que adaptar a una vida totalmente distinta a la que estaban acostumbrados. Por ello, cualquier ayuda es bien recibida y buscarla entre los estudiantes veteranos con más experiencia es lo común entre los nuevos.
En carreras como Medicina, conseguir apuntes o exámenes de años anteriores puede facilitar el curso de muchos alumnos pero, ¿a qué precio? Elena, graduada en Medicina por la Universidad de Salamanca (USAL), ha afirmado en un post de X (anterior Twitter) que los que tienen más experiencia en su carrera se aprovechan de los “novatos” sacándoles dinero por todo”.
Una ayuda que no sale gratis
La joven asegura a Redacción Médica que “a los nuevos les prometen ayudarlos a aprobar dándoles tips de organización y productividad”. El problema está en que no les sale gratis, ya que, según cuenta, se lo ofrecen a “un precio asequible de 80 céntimos el WhatsApp, 10 euros la tutoría normal o 15 euros la tutoría en épocas de examen". Hay que tener en cuenta que los artífices de estas propuestas “no son profesionales ni muchos menos, ni siquiera de la Facultad de Medicina de la USAL”.
Elena considera que para algunos nuevos estudiantes es fácil picar en este tipo de cosas, “ya que llegas nuevo a la universidad, asustado, a veces solo, y no sabes cómo funcionan las asignaturas”. Por eso asegura que esa “ayuda” puede ofrecer más seguridad a los “novatos”, que no se paran a pensar en si es un timo o no.
Su caso personal es muy distinto. Ella, cuando comenzó la carrera, sus veteranos le ayudaron mucho: “Me explicaban algunos conceptos y me ayudaban con los exámenes, de forma gratuita, como debe ser”. Algo que no hace el resto, ya que algunos estudiantes con experiencia incluso “venden apuntes a los nuevos que los profesores dan gratis”.
Venta de apuntes y exámenes “al por mayor”
Según indica, es habitual que se vendan los apuntes en su facultad, “aunque depende de la universidad”, porque algunas “tienen bancos de apuntes asequibles para todo el mundo”. De hecho, cuenta que una compañera de su clase hace unos apuntes “maravillosos” y los comparte con la clase mediante Wuolah, una aplicación dedicada a esto. Ella misma los ha realizado y compartido gratis.
Para ella y para muchos otros, el primer año supone un gran cambio con respecto al instituto: “Muchos estamos acostumbrados a sacar muy buenas notas, cosa que en la universidad cambia y a veces incluso te conformas con un aprobado o llegas a suspender”. Elena aconseja que los nuevos estudiantes se tomen su tiempo para adaptarse y que no sean duros con ellos mismos. “Deben buscar una organización y un método de estudio que se adapte a ellos y ser constantes”, puntualiza.
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