Pablo Lara.
La partida de los
Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2022 prevé el aumento del
120 por ciento de la tasa de reposición en las universidades españoles. Así lo ha anunciado el subsecretario de Universidades,
Luis Sánchez Cerdán, en su intervención en la comisión del Congreso de Diputados. Esto se traduce en que de cada 10 profesores que se jubilen se podrán convocar plazas para 12 nuevos titulares para frenar el fuerte envejecimiento que sufren de las universidades española. Una noticia que
Pablo Lara, presidente de la Conferencia Nacional de Decanos de Facultades de Medicina, celebra porque, según apunta a
Redacción Médica,
el relevo generacional es "especialmente preocupante en la docencia en Medicina".
Una medida que ya les adelantó recientemente el secretario general de Universidades,
José Manuel Pingarrón, y que contribuirá a paliar la
pérdida del 20 por ciento de su profesorado en las facultades. Además, según explica Lara a este periódico, la Conferencia Nacional de Decanos de Facultades de Medicina se adelantó al “problema” y realizó un estudio para estimar las
jubilaciones entre la década de 2017-2026. El resultado fue que la jubilación afectaba al 43 por ciento del profesorado general y, sobre todo, al profesorado de los centros sanitarios, en los que alcanzaba un 55 por ciento.
“En los últimos años, hemos vivido una disminución en todas las categorías del profesorado, es decir, catedráticos, titulares, profesores asociados y vinculados, que son
los que tienen un puesto también en los centros sanitarios”, explica Lara, remarcando que esta pérdida alcanza el 20 por ciento.
¿Cómo recuperar el profesorado perdido?
Aunque esta medida la valoran “positivamente”, el presidente de la Conferencia Nacional de Decanos de Facultades de Medicina subraya que el Ministerio de Universidades debe continuar con otras actuaciones y adoptar nuevas medidas. A este respecto, ahora que se está trabajando en el
Anteproyecto de Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU), la Conferencia ha solicitado que se puedan incluir nuevas figuras docentes que beneficien a la docencia en Medicina. “Sobre todo de los profesores que, además, trabajan en los centros sanitarios, es decir, los
vinculados y asociados de Ciencia de la Salud”, continúa, agregando que estas medidas deben permitir recuperar el profesorado perdido en los últimos años.
Por otro lado, la Conferencia está trabajando “de forma muy fluida” con la
Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (Aneca) porque, recuerda, ahora se tienen que revisar los criterios de acreditación del profesorado. “Estamos manteniendo una línea de colaboración en la que hemos hecho muchas propuestas. Tenemos muy pocos acreditados porque las dificultades para los méritos que se requieren no son adecuados a las posibilidades docentes e investigadoras actuales. Queremos que esos criterios permitan
un mayor número de acreditados para facilitar ese relevo generacional”, explica, informando de que la publicación de nuevos criterios se producirá el próximo mes de enero.
Según los estudios y estimaciones de la Conferencia Nacional de Decanos de Facultades de Medicina, la edad media académica de los catedráticos vinculados es de 65 años, mientras en los titulares vinculados la cifra desciende hasta los 60.
“En esa categoría docente la situación en Medicina es aún peor que en el conjunto de la Universidad”, concluye Lara, reivindicando que, además, “hay pocos catedráticos vinculados y titulares vinculados”.
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