El Informe CYD 2024 pone en valor las prácticas formativas empleadas, pero recomienda adaptarse a los cambios digitales

Médica trabajando con tecnología
Médica trabajando con tecnología


16 ene. 2025 18:00H
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La formación de los profesionales sanitarios es un pilar fundamental para garantizar un sistema de salud eficaz y de calidad. En España, este aspecto ha sido objeto de reflexión en el Informe CYD 2024, que resalta tanto los logros como los retos pendientes en la educación de los futuros médicos, enfermeros, fisioterapeutas y demás especialistas del sector de la salud.

El informe subraya que, aunque la formación universitaria en disciplinas sanitarias es sólida en muchos aspectos, todavía existen áreas en las que es necesario mejorar. En primer lugar, destaca la importancia de actualizar los programas educativos para que los profesionales estén mejor capacitados para enfrentar los retos emergentes en salud, como el envejecimiento de la población, la aparición de nuevas enfermedades y, esencialmente, los avances tecnológicos que abren un mundo de posibilidades y nuevos desafíos dentro de las diferentes profesiones.

La tecnología y los desafíos del futuro


Uno de los grandes retos identificados es la necesidad de una especialización más profunda en ciertas áreas, particularmente en tecnología médica y salud digital. El avance de la inteligencia artificial, la telemedicina, los tratamientos personalizados y tantos otros que ya están llamando a las puertas de la Medicina y otros que lo harán en un futuro, requieren que los profesionales estén mejor equipados, no sólo en el apartado de conocimiento clínico tradicional, sino también en el uso de herramientas tecnológicas.

Esto implica una revisión de los planes de estudio en las universidades, donde todavía predomina una formación centrada en los métodos tradicionales que, pese a ser la base de cualquier profesional del sector, puede llegar a ser insuficiente para un futuro.


El 40 por ciento de los estudiantes creen que a su formación le falta competencias tecnológicas



De hecho, según el informe se indica que el 40 por ciento de los estudiantes de las carreras de Ciencias de la Salud señala que su formación académica no está alineada con las competencias tecnológicas necesarias para enfrentarse a los desafíos que se toparan en un futuro dentro de sector.

Con ello, uno de los puntos más destacados del informe es la identificación de una brecha digital en el ámbito educativo, que afecta a la formación de los profesionales sanitarios. Aunque las universidades españolas han comenzado a incorporar tecnologías emergentes en sus programas, la implementación sigue siendo desigual. Las herramientas digitales, que podrían facilitar tanto la enseñanza como el aprendizaje en el ámbito de la salud, no están suficientemente integradas en todos los programas académicos ni en todas las instituciones. Desde CYD señalan que sólo un 30 por ciento de las universidades españolas han integrado tecnologías avanzadas en Ciencias de la Salud.


Sólo un 30 por ciento de las universidades españolas han integrado tecnologías avanzadas



Además, el informe señala que no todos los profesionales en activo reciben la formación continua necesaria para adaptarse a los cambios tecnológicos. Esto genera un doble desafío: primero, que los nuevos graduados no estén completamente preparados para trabajar con tecnologías avanzadas, y segundo, que los profesionales con años de experiencia se enfrenten a una actualización constante para mantenerse al día con los avances. Incluso resaltan que el 60 por ciento de los profesionales sanitarios considera que necesita más formación en las nuevas tecnologías que afectan a su campo de trabajo.

El informe también apunta a la urgente necesidad de un enfoque más transversal en la formación, que contemple no sólo la especialización técnica, sino también las habilidades interpersonales, la ética profesional y la capacidad de trabajar en equipos multidisciplinarios. Esto es fundamental para abordar los problemas de salud de manera integral, donde no solo la intervención médica es clave, sino también la atención psicológica, el trabajo social y la gestión de servicios.

En otras palabras, el Informe CYD 2024 pone encima de la mesa el reto que afectará a todas las profesiones y rincones del mundo laboral de aquí a un tiempo muy corto: el de adaptarse a las nuevas tecnologías que avanzan a pasos agigantados. El desafío, a pesar de las grandes oportunidades y ventajas que ofrece, es enorme, pero todo cambio comienza siempre por la base y, en este caso, la formación y educación de los futuros profesionales sanitarios es la clave.
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