Imagen de la futura facultad de Medicina de Badajoz.
Más allá de programas, contenidos académicos, personal y sinergias con otros ámbitos sanitarios, levantar una
nueva facultad de Medicina obliga también a atender a diversos aspectos ‘terrenales’, entre ellos la
compra de mobiliario. La lista es extensa, pues abarca desde materiales tan básicos como los percheros hasta camillas de exploración y tratamiento para que los alumnos realicen prácticas.
De todos los elementos que son necesarios para hacer funcionar una facultad de Medicina ha dado buena cuenta el
Gobierno de Extremadura, que, a través del Boletín Oficial autonómico, ha detallado a qué se va a destinar la subvención para financiar la
instalación del mobiliario del nuevo centro de Badajoz, que se encuentra en fase I.
El ‘catálogo’ recoge el mobiliario necesario para cada una de las plantas de la facultad, lo que incluye sillones, atriles,
mesas, pizarras, pupitres, armarios y mostradores. También aparecen en la lista contenedores de recogida de residuos, así como el
cableado eléctrico para el servicio de conexiones.
El actual edificio principal de la
Facultad de Medicina de Badajoz, con más de
40 años de actividad, fue conceptuado inicialmente como escuela de capacitación agraria. Desde entonces ha sufrido varias reformas y ampliaciones para adaptarlo a la demanda funcional docente, que iba variando conforme se modificaba el programa de necesidades en los sucesivos planes de estudio y la incorporación de nuevas carreras, como Fisioterapia y Enfermería.
“El edificio fue respondiendo así a la
nueva demanda y reorganizaciones, pero, en cambio, no sucedía lo mismo en el cumplimiento de la también variante legislación edificatoria cada vez más exigente”, argumenta el Ejecutivo autonómico.
Más de 1,5 millones de euros en mobiliario
Por este motivo, la construcción de la nueva facultad “obedece fundamentalmente a las necesidades planteadas por las
características docentes actuales mucho más vastas y exigentes tras la entrada del
Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) unida a la necesidad de adaptar los espacios constructivos de la Facultad a la normativa existente en la actualidad, de forma tal que remodelar la antigua facultad adaptándola a las necesidades actuales conllevaría mayor coste económico y social que la construcción de una nueva Facultad que sustituya la existente”.
La finalización de las obras de la primera fase se prevé en septiembre de 2023. Según los cálculos del Gobierno autonómico, la dotación de mobiliario costará
1.550.000 euros que deberán transferirse a la Universidad de Extremadura para que esta no sufra ningún tipo de quebranto económico.
A cambio, la Universidad de Extremadura deberá
justificar documentalmente los gastos y pagos globales financiados con la subvención antes del 31 de enero de 2025.
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