Belen Trujillo Navarro, estudiante que cambió la Informática por la Enfermería.
Una de las decisiones más importantes en la vida de toda persona llega a los 18 años. Escoger los estudios universitarios que uno quiere cursar define el camino del alumno en el siguiente lustro y, por norma general, la profesión a la que dedicará -en teoría- su vida. Una elección fundamental para la que no todos los graduados de bachillerato están preparados. Es más, un alto porcentaje de jóvenes reculan en la respuesta que dieron al alcanzar la mayoría de edad. Es el caso de
Belén Trujillo Navarro, quien cambió la Ingeniería Informática por
Enfermería.
Trujillo tiene 27 años y tiene su matrícula lista para el tercer año del
Grado de Enfermería, que realiza en el campus de Ciudad Real de la Universidad de Castilla-La Mancha. En caso de haber continuado en el Grado de Ingeniería Informática, probablemente ya lo habría concluido. No obstante, ese
no era su destino. "Me metí porque me parecía una carrera muy amplia y estaba acostumbrada al manejo de la tecnología. Sin embargo, cuando comencé las asignaturas de tercero, más centradas en informática, empecé a tener dudas. Tenía ganas de estudiar algo tangible y eso no se consigue desarrollando programas, ha explicado a
Redacción Médica.
La
pandemia de coronavirus fue clave en el paso de las teclas a las curas. "No quería quedarme toda la vida detrás de la pantalla de un ordenador. No concebía pasar el resto de mi vida laboral
teletrabajando desde casa. Quería estar en contacto con las personas y poder ayudarlas. Mi objetivo era estar presente", ha destacado la castellanomanchega.
"No concebía pasar el resto de mi vida laboral teletrabajando desde casa"
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Además,
el ámbito sanitario no era ajeno a ella. Siempre estuvo interesada por esta rama profesional, a la que le dedicó horas, incluso en sus años en Ingeniería Informática. Es más, la joven participó en un equipo que fue galardonado en un concurso universitario de diseño de aplicaciones de temática de salud. En concreto, el boceto de una herramienta para ayudar a las personas alérgicas a descartar platos que pueden contener el alimento directo que les provoca la reacción o trazas de este.
Entrar a Enfermería con bachillerato tecnológico
Pese a su interés por la salud, la ruta hacia su asiento en el Grado de Enfermería
no fue sencillo. Trujillo tenía que volver a examinarse de la EvAU y pesaba el abandono de las asignaturas de la disciplina de Ciencias de la Salud. "Yo hice el bachillerato tecnológico, por lo que no tocaba Biología y Química desde cuarto de la ESO.
No me acordada de nada", ha comentado. Motivo por el que tuvo que tomar clases para preparar dichas materias.
La estudiante
se presentó en junio de 2021 a la prueba, únicamente para llevar a cabo los ejercicios de las asignaturas optativas. Consiguió un 10,300 de nota, pero no fue suficiente para
entrar en Enfermería en aquel año. "Eché en Andalucía, Extremadura, Castilla y León, Castilla-La Mancha... Pero, no me llamaron de ninguna universidad", ha relatado.
Repetir la EBAU para entrar a Enfermería
Sin embargo, no se rindió. Trujillo volvió a enfrentarse a la EvAU un año después. Entonces, repitió la fase general, en la que se incluyen Lengua Española, Lengua Extranjera, Historia de España o Historia de la Filosofía y una asignatura del bachillerato escogido -en su caso, Matemáticas-. En septiembre, recibió el mensaje que la convertía en
alumna de Enfermería de la Universidad de Castilla-La Mancha. Un centro que para el curso 2023/2024 pedía más de
un 11 para sus cinco sedes: Toledo, Ciudad Real, Cuenca, Albacete y Talavera de la Reina (Toledo).
Desde entonces, Trujillo
atiende con gusto a sus clases en el campus de Ciudad Real, al que llegó después de pasar una breve temporada en el de Toledo. "Las asignaturas me parecen muy bonitas. Me gusta ponerme a estudiar. No se me hace tan pesado como en Informática", ha reconocido la alumna.
Respecto al futuro, la castellanomanchega baraja varias opciones. Quiere hacer el
examen EIR (Enfermero Interno Residente), para el que pretende comenzar a preparar una vez acabe el grado. Las especialidades
Familiar y Comunitaria y Pediátrica son sus favoritas. "Una me llama porque sus profesionales son las primeras en atender a los pacientes. En el caso de la otra, siempre me han gustado los niños, porque, junto a los más mayores, son la parte de la población que requiere un mayor número de cuidados", ha argumentado.
"Me gusta poner a estudiar en Enfermería, no se me hace tan pesado como Informática"
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No obstante, tampoco se cierra puertas. Trujillo tomará la decisión final cuando haya
rotado por las distintas especialidades enfermeras durante el grado. Podrá aclarar su mente en septiembre, mes en el que acudirá por primera vez a un centro de salud para realizar prácticas. "Lo que más reparo me da es hacer daño a la gente. Pero bueno, al final se hace para que los pacientes puedan curarse", ha puntualizado. Tal vez, las ramas Obstétrico-ginecológica y Médico-quirúrgica se impongan, al haber llamado su atención en algunas de las clases a las que ha asistido.
Trujillo no descarta seguir el camino de
la investigación. "Me gusta estudiar y
en la carrera nos incitan mucho a ello", ha admitido. Un abanico de posibilidades para una futura enfermera que descubrió la vía que seguir más allá de los 18 años. Al final, las respuestas siempre aparecen.
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