La telemedicina se presenta como una solución innovadora que garantiza la atención a la salud reproductiva

La OCDE insta a formar a profesionales de la salud en atención reproductiva con perspectiva de género.
Mathias Cormann, secretario general de la OCDE.


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Garantizar una atención sanitaria en salud sexual y reproductiva sin prejuicios sigue siendo un reto en muchos países. Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la falta de formación adecuada en salud sexual y reproductiva puede traducirse en barreras en el acceso a la atención, especialmente para mujeres jóvenes y personas en situación de vulnerabilidad. Es por eso que, en su último informe, esta entidad insta a “reforzar” los estudios de enfermeras y matronas centrados en salud sexual y reproductiva con un enfoque “libre de prejuicios” y adecuado para adolescentes.

En su estudio ‘Transformar las leyes y las normas para lograr la salud y los derechos sexuales y reproductivos universales’, la OCDE enfatiza la necesidad de que estos profesionales sanitarios cuenten con capacitación para ofrecer asesoramiento y servicios de calidad, libres de discriminación y adecuados para todas las personas. La clave, según el organismo, está en una formación especializada que tenga en cuenta las cuestiones de género y que elimine sesgos en la atención sanitaria.


Integrar la salud sexual y reproductiva en sistemas sanitarios


Más allá de la formación del personal sanitario, el informe de la OCDE plantea la necesidad de integrar plenamente la salud sexual y reproductiva dentro de los sistemas sanitarios nacionales. En concreto, la organización destaca que garantizar el acceso universal a servicios de anticoncepción, planificación familiar y atención al embarazo y parto es esencial para mejorar la salud pública y reducir desigualdades.

En este sentido, la OCDE enfatiza la importancia de fortalecer la infraestructura sanitaria, especialmente en zonas marginadas, y de adoptar soluciones innovadoras como la telemedicina para garantizar que la atención en salud reproductiva llegue a toda la población. También aboga por la implementación de políticas sanitarias basadas en datos fiables que permitan identificar las brechas existentes en el acceso a estos servicios.


Barreras legales en la atención sexual y reproductiva


Por otra parte, el informe alerta sobre la persistencia de barreras legales y sociales que afectan la salud sexual y reproductiva, y señala que en muchos países las normativas aún restringen el acceso a anticonceptivos y al aborto seguro. Estas limitaciones afectan especialmente a las mujeres más jóvenes y a aquellas que viven en entornos con menores recursos sanitarios.

Es por esto que la OCDE advierte que los sistemas sanitarios deben ser capaces de ofrecer atención en salud sexual sin discriminación, para garantizar que las enfermeras y matronas dispongan de herramientas y formación actualizada para abordar las necesidades de sus pacientes con un enfoque integral y basado en la evidencia científica.


Recomendaciones para mejorar la atención en salud reproductiva


Para abordar estos desafíos, la OCDE propone una serie de medidas dirigidas a mejorar la atención en salud sexual y reproductiva dentro de los sistemas sanitarios que abarcan, además de la formación para sanitarios libre de sesgos de género y con enfoque inclusivo, la necesidad de reforzar los sistemas de datos para mejorar la toma de decisiones y la evaluación de las políticas de salud reproductiva.

Junto a esto, la OCDE señala que es necesario que todos los países cuenten con un acceso universal a servicios de salud sexual y reproductiva que permita la disponibilidad de métodos anticonceptivos y atención médica de calidad y una educación sexual integral, tanto en el ámbito sanitario como en el educativo.
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