Manuel Cascos.
El
Sindicato de Enfermería, Satse, ha reclamado que se priorice, tras el actual periodo de alarma sanitaria por la
Covid-19, el
aumento de las plantillas de enfermeras y enfermeros en las unidades de hospitalización del conjunto del Estado, ya que en ninguna comunidad autónoma se está cumpliendo la ratio establecida de seis pacientes por cada profesional para así poder garantizar una atención segura y de calidad.
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Satse recuerda que, según el estudio “Análisis de la realidad de las enfermeras y enfermeros, matronas y fisioterapeutas en los centros sanitarios de nuestro país”, la media del conjunto del Estado es de
8,7 pacientes por enfermera/o en turno de mañana, de lunes a viernes; 13,1 en turno de tarde, y 18 por la noche, mientras que en el caso de los fines de semana y festivos, la media asciende a 13,8 pacientes por profesional en las mañanas, 15,7 en las tardes y 19 en las noches, una media que en todo los turnos es superada con frecuencia en muchos hospitales, apunta.
Ante esta realidad, Satse demanda que, además de mantener las plantillas de enfermeras y enfermeros que se vieron reforzadas al inicio de las crisis de la Covid-19, los distintos servicios de salud procedan a la
adecuación progresiva de las plantillas a las necesidades reales existentes en los centros hospitalarios para, por un lado, ofrecer una atención sanitaria segura y de calidad en su día a día, y, de otro, estar mejor preparados ante posibles rebrotes de esta enfermedad o la aparición de otras crisis de salud pública.
Según la organización sindical, la mejor forma para lograr este objetivo es aprobar la
Proposición de Ley de Seguridad del Paciente que se encuentra a la espera de su debate en el
Congreso de los Diputados, ya que establece que en las unidades de hospitalización ha de asignarse un
máximo de seis pacientes por cada enfermera o enfermero.
Más mortalidad por el déficit de enfermeras
“Creemos que es imprescindible que cualquier ciudadano, independientemente de la comunidad autónoma en la que resida, reciba la atención y cuidados que merece y, para ello,
aprobar una norma estatal que establezca unas líneas rojas muy definidas en cuanto al número de pacientes por enfermera o enfermero en los hospitales y también en el resto de centros sanitarios y sociosanitarios es la mejor solución”, subrayan.
Al respecto, Satse reitera que numerosos organismos, asociaciones científicas y diferentes estudios indican que el déficit de enfermeras y enfermeros repercute directamente en el
incremento de la mortalidad y morbi-mortalidad de los pacientes. Así, por ejemplo, por cada paciente adicional agregado a la carga de trabajo media de una enfermera aumenta en un 7 por ciento la probabilidad de que los pacientes quirúrgicos mueran dentro de los 30 días de la admisión.
Asimismo, y en el caso de la
Unidades de Cuidados Intensivos (UCIs), cuando hay más de 2,5 pacientes por enfermera, el riesgo de muerte se incrementa en 3,5 veces. Otro estudio señala que
la tasa de incidencia de muerte puede aumentar hasta 13 veces en periodos de escasez de enfermeras y enfermeros, añade.
En España no existe, en la actualidad, ninguna norma estatal que regule la asignación máxima de enfermeras y enfermeros en función del número de pacientes en las unidades de hospitalización, por lo que los distintos servicios de salud autonómicos deciden las plantillas en función de
criterios organizativos y económicos que están alejados de las necesidades asistenciales y de cuidados reales de los pacientes ingresados, concluyen desde el Sindicato de Enfermería.
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