El presidente del Consejo General de Enfermería (CGE), Florentino Pérez Raya.
El
cruce de acusaciones entre la Federación de Asociaciones de Enfermería Familiar y Comunitaria (Faecap) y la Asociación Española de Enfermería Pediátrica (AEPP) por
la asistencia a menores de edad en los centros de Atención Primaria ha subido la temperatura en el seno de las especialidades de la profesión. Ambas esgrimen argumentos por los que debería ser un tipo de sanitaria u otro el que ocupe este espectro de la labor sanitaria. En medio de este clima, el Consejo General de Enfermería (CGE) ha abogado por "la unidad y el consenso dentro de la profesión" y ha remarcado que se debe evitar la confrontación y limitar los debates sobre competencias profesionales a aquellos coordinados con el Ministerio de Sanidad y los servicios de salud de las comunidades autónomas.
Es más, la institución profesional ha afirmado que
las comunidades autónomas son las encargadas de proveer atención sanitaria a la población y por ende las que deben "definir que profesionales deben llevar a cabo dicha asistencia". Por lo tanto, las responsables de fijar si los menores deben ser recibidos en Atención Primaria por especialistas pediátricas o de Familiar y Comunitaria.
Sin una respuesta y varios documentos legales que apuntan a una o otra opción, las especialidades se enzarzaron en una batalla dialéctica después de que la AEPP publicará un manifiesto por el que indicaba que
la atención a niños, niñas y adolescentes en Primaria debía recaer en las enfermeras pediátricas. Una declaración que fue contestada por Faecap, que afirmó que este nivel asistencial debía ser para las profesionales que representa e indicó que
el resto de especialistas debían de trabajar de forma exclusiva en los hospitales. Un comunicado que despertó respuestas en redes sociales de usuarios y otras asociaciones del sector.
Las respuestas más activas vinieron de las
organizaciones de matronas, que reivindicaron su presencia en Atención Primaria y su derecho a trabajar en este ámbito. Otras asociaciones recalcaron la necesidad de contar con especialistas en todos los niveles asistenciales del Sistema Nacional de Salud (SNS).
Impulso de las especialidades
Por otro lado, el ente colegial ha destacado
la importancia de las profesionales con formación especializada en el SNS, claves en la mejora de los cuidados a pacientes. "Debemos reclamar un número de especialistas suficientes adaptadas a las necesidades de cuidados de los ciudadanos, en los niveles de atención donde sean necesarios y con vinculación al puesto de trabajo de cada especialidad", han puntualizado fuentes del organismo a
Redacción Médica.
Asimismo, el CGE ha señalado que se debe "apostar por
el desarrollo pleno de las especialidades de enfermería aprobadas en el Real Decreto 450/2005 y la implantación efectiva de las enfermeras en los niveles de atención que garantizan un avance para la profesión". Actualmente, estas disciplinas son Enfermería Obstétrica-Ginecológica, Enfermería de Salud Mental, Enfermería Pediátrica, Enfermería Geriátrica, Enfermería de Trabajo, Enfermería Familiar y Comunitaria y Enfermería Médico-Quirúrgica.
Motivo por el que el CGE también ha pedido un incremento de las plazas EIR,
este año 2.171 en la convocatoria del Ministerio de Sanidad y con incrementos en todas las disciplinas salvo Obstétrica-Ginecológica - la que cursan las matronas-. Además, el organismo ha demandado una remuneración adecuada de las enfermeras especialistas o el desarrollo de los diplomas de acreditación y acreditación avanzada, entre otros aspectos.
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