En un comunicado, ambas farmacéuticas aseguran que la decisión para romper la operación, que estaba valorada en 160.000 millones de dólares (unos 140.850 millones de euros), ha sido tomada "de mutuo acuerdo".
"La decisión ha venido motivada por las acciones anunciadas por el Departamento del Tesoro de EEUU el pasado 4 de abril", reconoció el laboratorio propietario de Viagra, que abonará 150 millones de dólares (133 millones de euros) a Allergan por los gastos asociados a la frustrada operación.
"Pfizer se acercó a esta transacción desde una posición de fortaleza y consideró la posible fusión como un acelerador de su estrategia", afirmó el presidente y consejero delegado de Pfizer, Ian Read, quien subrayó que la compañía mantiene fortaleza y flexibilidad financieras para perseguir un atractivo desarrollo de su actividad, así como aprovechar otras oportunidades que sean interesantes para los accionistas.
"Pensamos tomar una decisión sobre la potencial escisión de nuestro innovador y bien establecido negocio antes de finales de 2016, en línea con nuestro calendario previo al anuncio de la potencial operación con Allergan", añadió.
Por su parte, Allergan, propietaria de 'Botox' y domiciliada en Irlanda, destacó tras la ruptura del acuerdo su perfil de crecimiento autónomo, apuntando su capacidad de mantener una expansión sostenible.
"Aunque estamos decepcionados porque Pfizer no seguirá adelante, Allergan está preparada para lograr un crecimiento fuerte y sostenible", defendió Brent Saunders, consejero y delegado de Allergan.