Miguel Borra (CSIF), Ana Francés (UGT) y Humberto Muñoz (CCOO).
Los sindicatos se rearman a fin de evitar que la negociación para
revalorizar en 2025 el salario de médicos, enfermeros, técnicos y demás profesionales del ámbito público termine por convertirse en otro ‘brindis al sol’. No esperan del Gobierno cheques en blanco, pero sí una propuesta que garantice, “como mínimo”, la
recuperación de las pagas extra íntegras y del poder adquisitivo perdido a consecuencia del encarecimiento de la vida. Al margen de ello, no existe una fórmula única para lograr esos objetivos. Unos abogan por un acuerdo a varios años con subidas de sueldo variables. Otros, también por añadir a la ecuación otros requisitos, como cláusulas de revisión de sueldo vinculadas al IPC y equiparación entre las distintas administraciones.
Para el corto plazo, la mejora salarial que proponen las centrales en la sanidad pública exige de base una revalorización mayor al 6 por ciento, aunque enfatizan que no llevarán a la mesa cifras “cerradas”. Todos convergen, eso sí, en la necesidad de trascender ese
‘Acuerdo para una Administración del siglo XXI’ que ya elevó un
9,8 por ciento (falta un 0,5 por ciento que se da por hecho a partir de enero) las retribuciones durante el último trienio. Y no con un ‘apéndice’ a este pacto (que, por cierto, no suscribió CSIF por considerarlo insuficiente), sino con un nuevo convenio que defina la hoja de ruta económica a seguir los próximos años.
“Defendemos una subida salarial dentro de un acuerdo a varios años suficiente para
recuperar el poder adquisitivo”, deslizan fuentes de UGT. La “fórmula”, añaden, podría incluir
“partes fijas y variables”, como en el pasado, “en función de los datos macroeconómicos”. Entre ellos, por supuesto, el
Índice de Precios de Consumo (IPC). En la misma línea se mueve CCOO, que, aunque pone de relieve las virtudes del pasado acuerdo, llama a seguir reforzando la “competitividad” y el “atractivo” de los salarios públicos.
Un 20% de pérdida de poder adquisitivo desde 2010
Con especial intensidad entonan su discurso en CSIF, donde sostienen que solo el acuerdo que
CCOO, UGT y el Gobierno suscribieron en 2022 supuso una merma económica “del 5 por ciento” para los profesionales del Sistema Nacional de Salud (SNS). Añaden que la tasa supera el 20 por ciento si se toma como base el año 2010, cuando, además, se efectuaron los primeros recortes de la paga extra.
Los "datos macroeconómicos" volverán a determinar el pacto salarial de 2025
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El problema, apunta la central de funcionarios, es que el acuerdo pasado ni siquiera cubría el incremento de la inflación. “Tenemos por delante tres años de legislatura y queremos negociar un nuevo acuerdo
que arranque este mismo 2025”, subrayan. CSIF apunta a dos máximas: frenar la ‘sangría’ (con la recuperación de las pagas extra íntegras) y comenzar a
recuperar, “al menos en parte”, lo perdido.
En ese pacto quieren incluir además otras variables que pasan por una cláusula de revisión salarial y la equiparación de sueldo entre las diferentes administraciones públicas.
“Sin contacto” con el Ministerio de Función Pública
Este mismo enero está previsto que culmine el acuerdo de UGT, CCOO y Gobierno con un nuevo incremento salarial (retroactivo) del 0,5 por ciento. A partir de ahí, no existe en estos momentos ninguna vía abierta de contacto para seguir reforzando los salarios. “
No se ha comenzado a negociar un nuevo acuerdo”, asumen las centrales, que achacan esta situación, entre otros factores, a la
inestabilidad del propio Ministerio de Función Pública, que podría cambiar de titular por segunda vez en solo dos meses.
Las centrales consultadas por este periódico enfatizan el “retraso” que comienza a acumularse en el esbozo del futuro acuerdo salarial. De hecho, recuerdan que a estas alturas del año es ya habitual, como mínimo, haber iniciado las conversaciones para ello.
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