Javier Padilla, secretario de Estado de Sanidad; y la ministra Mónica García.
El Ministerio de Sanidad de
Mónica García proyecta para este 2024 la actualización del
Estatuto Marco del personal estatutario de salud. Ella misma lo avanzó en su estreno en la Comisión de Sanidad del Congreso, donde apeló a la necesidad de acabar con los “parches” en la estructura laboral y asistencial de la sanidad española. La maquinaria, según ha podido saber
Redacción Médica, ya está en marcha. El Gobierno ha convocado a los agentes sociales para el próximo 18 de marzo, día en que se retomará el llamado
Ámbito de la Negociación. No hay todavía un orden del día fijado, pero los sindicatos esperan que este encuentro sirva para reparar los puentes que se desmoronaron durante la administración de José Miñones. Sus reivindicaciones y ‘líneas rojas’, eso sí, no han cambiado: la jubilación anticipada, la actualización de funciones y la reclasificación profesional volverán a estar sobre la mesa.
Hay un optimismo comedido entre las fuerzas sindicales de cara a la
negociación del nuevo Estatuto Marco, el mismo que regula la normativa básica específica para el personal estatutario de los servicios de salud. Las centrales atisban un cambio de “actitud” en el Ministerio de Sanidad tras la irrupción de
Mónica García, que, aunque hasta ahora no ha hecho alusión a medidas concretas, sí ha reconocido públicamente la necesidad de mejorar las condiciones laborales de estos trabajadores. “Es una
herramienta útil para retener talento”, subrayó recientemente.
Demandas de los sindicatos para el Estatuto Marco
Los contactos entre sindicatos y Ministerio de Sanidad se truncaron el pasado abril, cuando
CCOO, UGT y CSIF se levantaron de la mesa al comprobar que, tras ocho meses de negociación, el gabinete de
José Miñones había desatendido sus “reivindicaciones fundamentales”. Entre ellas, la
jubilación anticipada, la carrera profesional, la
reclasificación, la movilidad geográfica y medidas de conciliación familiar como la
jornada de 35 horas.
Fuentes de estas centrales rebajan el tono de la negociación con Sanidad, aunque inciden en que sus demandas no han variado desde el pasado abril. En este sentido, insisten en que sobre la mesa estarán cuestiones como la relativa al reconocimiento de la jubilación anticipada sin merma económica en la pensión, así como un
nuevo catálogo de funciones y una mejor redacción de los artículos sobre
concursos de traslados abiertos y permanentes.
"Las
funciones del personal estatutario de los servicios de salud son preconstitucionales" señala
Ana Francés, secretaria federal del sector Salud, Sociosanitario y Dependencia de UGT Servicios Públicos. En su opinión, es necesario
revisar y actualizar este aspecto durante las negociaciones del Estatuto Marco.
Junto a esta cuestión, Francés plantea el
desbloqueo de la clasificación profesional como otra de las "líneas rojas" de este sindicato. En este sentido, añade que se debe cumplir el
Acuerdo para una Administración del Siglo XXI y "situar a los
técnicos superiores en el grupo B y a las técnicas en cuidados auxiliares de enfermería (TCAE) en el subgrupo C1". "Hay que revisar y
adaptar la clasificación profesional a los nuevos tiempos, esto es una prioridad" sentencia Francés.
Estatuto específico para los médicos
CESM apela al
“diálogo” y a desechar “líneas rojas” de cara a la negociación del nuevo Estatuto Marco. “Evidentemente, tenemos nuestras reivindicaciones”, subraya Gabriel del Pozo, su secretario general, que avanza que insistirá en el desarrollo de un
Estatuto específico para los médicos.
La organización de médicos apela a la actual situación de “carencia de profesionales en todos los
servicios de salud”. Consideran, en este sentido, que es necesario un Estatuto específico que aborde la jornada laboral y complementaria de estos trabajadores, incluidas las guardias y el un régimen retributivo “
acorde a la formación y responsabilidad”.
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