Vicente Matas, experto en el ámbito sanitario y miembro del Sindicato Médico de Granada (Simeg).
Lograr el 100 por ciento de la cotización para alcanzar la pensión máxima
es uno de los principales retos en el horizonte de los sanitarios una vez comienzan a vislumbrar el final de su carrera. La Seguridad Social confirma que, efectivamente, los próximos que vayan tomando la casilla de salida en el
mundo laboral -aquellos nacidos entre los sesenta y setenta- tendrán garantías de que el máximo de
su jubilación estará asegurado.
Sin embargo, esto podría no ser del todo cierto.
Vicente Matas, experto en el ámbito sanitario y miembro del Sindicato Médico de Granada (Simeg), matiza esta afirmación en
Redacción Médica y explica los factores que determinan la cantidad real que recibirán estos profesionales en su retiro. "
No es un 100 por ciento en términos absolutos, sino sobre la base de cotización que haya alcanzado cada médico", aclara para poner en perspectiva que cada uno de los sanitarios tendrá un caso particular
ante su jubilación.
Uno de los aspectos clave es que la
Seguridad Social calcula la pensión según las aportaciones realizadas a lo largo de la vida laboral. "La Seguridad Social te dice: usted tiene derecho a una pensión de 3.600 euros al mes, pero luego
hay un tope y la pensión máxima es de 3.267 euros en 14 pagas", explica Matas. Es decir, aunque el cálculo teórico de la pensión pueda ser superior,
ningún médico podrá superar esa cantidad, salvo que en el futuro se modifique la normativa. Cosa que en el momento no se encuentra entre los planes previstos.
"La Seguridad Social te puede decir que tienes derecho a una pensión de 3.600 euros, pero hay un tope y la pensión máxima es de 3.267 euros en 14 pagas"
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Para los médicos que
han trabajado toda su vida cotizando por la base máxima, alcanzar esa pensión máxima es relativamente posible. "
Si se han cotizado 36 años y medio o 37 años, es muy fácil llegar a la pensión máxima", afirma. En este sentido, los médicos nacidos en esas décadas, que comenzaron a trabajar en los años 80 y 90, sí podrán alcanzar este umbral si han cotizado lo suficiente.
No obstante, Matas advierte que
las exigencias de años cotizados están aumentando progresivamente. "Antes, con 35 años era suficiente, ahora ya estamos en 37 y 38 años,
y en el futuro se exigirán 40 o más", señala. Esto supone un problema para los médicos más jóvenes, ya que, debido a la larga formación que requiere la profesión, comienzan a cotizar más tarde que otros trabajadores. "Un médico pierde entre siete y ocho años de cotización por la carrera y el
MIR, lo que hace que su trayectoria laboral sea más corta en comparación con
otros profesionales", añade.
Un futuro incierto para los jóvenes
En ese sentido, los jóvenes se enfrentarán a un futuro incierto en el que si siguen aumentando progresivamente los años necesarios de cotización para alcanzar
la pensión máxima. “Es una de las principales facetas del sistema de la que nos quejamos. La
Medicina no es una profesión normal y eso, de alguna u otra forma, tendría que estar reflejado en el modelo de pensiones”, afirma Matas. Para ello, desarrolla que se tendrían que tener cuenta los años de formación que se invierte en los profesionales de la Salud.
"La Medicina no es una profesión normal y eso, de alguna u otra forma, tendría que estar reflejado en el modelo de pensiones"
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Por otro lado, Matas afirma que
no se cuentan igual las horas trabajadas de un sanitario que los profesionales de otras profesiones. “Hay que tener en cuenta también que
las guardias no cotizan igual en la Seguridad Social que el resto de horas. En otras palabras, el tiempo extraordinario que invierte el médico a cuidar de sus pacientes no contabilizan igual a la hora de verse reflejado en la pensión”.
Ante esta situación Matas se muestra convencido de que, pese a que los sanitarios puedan llegar a una máxima jubilación de aquí a unos años, en un futuro
los más jóvenes se encontrarán en un desierto de incertidumbre ya que cada vez se exige más cotización. Por otro lado, aquellos que
quieran jubilarse antes se les restará un 21 por ciento de la base reguladora y un recorte adicional del 7,40 por ciento de la pensión máxima.
Ante esta situación, Matas señala a
la prolongación de la vida laboral como la única opción con algunos beneficios, pese a sus desventajas.
"Si retrasas la jubilación, por cada año extra cotizado, te suben la pensión un 4 por ciento", explica. Esta opción puede ser más rentable pese a que una vez alcanzada la pensión máxima, no se podrá aumentar económicamente.
Los médicos nacidos entre 1960 y 1970
tienen muchas posibilidades de alcanzar la pensión máxima, siempre que hayan cotizado lo suficiente y no se jubilen anticipadamente. Sin embargo,
las condiciones para los futuros médicos pueden ser más duras si continúan aumentando los años de cotización exigidos. "Parece que el sistema no quiere que los sanitarios puedan jubilarse antes o, incluso, trabajar lo que nos corresponde", concluye Matas.
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.