El ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, Óscar López.
Que el
proceso de estabilización de las plantillas de salud se vaya a alargar hasta bien entrado 2025 es un síntoma de la lentitud que tanto los sindicatos como el propio Ministerio de Sanidad achacan a las oposiciones del sector. “Seguimos teniendo un sistema de incorporación de profesionales obsoleto”, resumía, en declaraciones a
Redacción Médica, el secretario de Estado del ramo,
Javier Padilla. En una sanidad transferida a las autonomías, la competencia entre territorios por que sus sistemas cuenten con el mejor y mayor capital humano posible es un factor clave para entender esa situación. El quid de la cuestión, en definitiva, es cómo agilizar este tipo de procedimientos, aunque, según las centrales, todo depende de que haya
“voluntad política”. La informatización y el uso de baremos menos variables pueden contribuir a solucionar el problema.
La "rapidez" de algunas regiones a la hora de convocar las
Ofertas Públicas de Empleo (OPE) choca con la "lentitud" de otras comunidades autónomas, que se ven con el "agua al cuello" para cumplir el objetivo de resolver los procesos selectivos antes de que finalice 2024, tal y como el propio consejero de Salud de Cantabria,
César Pascual, admitía recientemente durante la celebración del encuentro de
Altos Cargos, organizado por
Redacción Médica. "Hay comunidades que lo solucionan antes y se llevan a los profesionales de otras autonomías", resaltaba el dirigente, que confiaba en ganar "ritmo" para la convocatoria.
“Lo que no puede ser es que nos eternicemos a la hora de contabilizar un baremo, vamos a ver qué proponen en el Estatuto Marco”, sostuvo en declaraciones a este periódico
Fernando Hontangas, presidente del área de Sanidad de
CSIF (la Central Sindical Independiente y de Funcionarios), sobre esa
lentitud en las Ofertas Públicas de Empleo (OPE) que se ha visto reflejada en los procesos de estabilización derivados de la Ley 20/21.
El propio Hontangas se refirió a la necesidad de servirse del
“mundo digital” predominante para agilizar las oposiciones. “Un proceso que utiliza niveles tan altos de información e investigación
tiene que ser ágil”, concluye el sindicalista, que recuerda que las OPE anti-temporalidad de la Ley 20/21 no se culminarán hasta, al menos la primera mitad de 2025 cuando el horizonte temporal se había fijado en este 31 de diciembre.
Se trata de una postura muy similar a la que defiende José María Soto, secretario general de
CESM (la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos) en Castilla y León e integrante de las negociaciones que se desarrollan entre sindicatos y Gobierno para alumbrar un nuevo Estatuto Marco. “Hay muchos mecanismos que se pueden desarrollar para agilizar las OPE -sostiene-. No entiendo por qué es más difícil hacerlo con los
concursos-oposición de sanidad que, por ejemplo, en los de educación, que es una cartera que también está traspasada a las comunidades”.
El dirigente castellano-leonés incide en que decisiones como la de
“estabilizarlos baremos” para estandarizarlos y reducir la carga manual de los evaluadores dependen de que haya “voluntad política”. La clave, conviene, radica en la necesidad de “digitalizar” el modelo.
El responsable de Empleo de la Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO (
FSS-CCOO),
Jesús Jordán, coincide en ver con buenos ojos la posibilidad de "establecer unas pautas de baremos" para las comunidades autónomas no sólo en los procesos de OPE, sino también a la hora de definir plazas de difícil cobertura. Es algo que, de hecho, "ya se intentó en su momento", según Jordán: "Podría ser positivo".
Eliminar la tasa de reposición en el SNS
La postura de
UGT no dista de la del resto de sindicatos, aunque se centran en que las medidas deben llegar a todas las adminitraciones, no solo al Sistema Nacional de Salud (
SNS). Para este grupo, es primordial
acortar el tiempo entre las convocatorias, con el fin de agilizar los trámites para cubir las plazas necesarias.
En este sentido, fuentes de este sindicato inisten en que “"es importante que no se vuelvan a repetir las cifras de
temporalidad” que se alcanzaron en los últimos años. Es por esto que consideran que se debe
eliminar la tasa de reposición, ya que, en su opinión, esta “solo ha servido” para aumentar el problema. “
En 2025 no debería existir la tasa de reposición”, reitera el sindicato.
Esa medida ya la contempla el
Gobierno desde el pasado mes de febrero, cuando el exministro de Función Pública, José Luis Escrivá, anunció su intención de suprimir, de cara a 2025, la
tasa de reposición de los profesionales del
SNS ante el hecho de que el
60 por ciento de la plantilla de los empleados públicos
se jubilará en los próximos 10 años y que el número de efectivos al servicio de todas las administraciones es casi un 10 por ciento inferior al de antes de la crisis financiera de 2008.
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.